Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

Santos Juliá (ed.), 1936-1939. La Guerra civil española. Madrid: SECC, Ministerio de Cultura, 2008, CD-Rom.

(...El estallido de la I Guerra Mundial supuso el retorno a la vida musical española de numerosos compositores,desde los más consagrados, como Manuel de Falla o Joaquín Turina, hasta los que se encontraban en su periodo de formación. Todos ellos colaboraron en pro del resurgir musical español. Este florecimiento hizo de España un país deseado frente a la desoladora situación de los países europeos tras el fin de la gran contienda...)

A lo largo de este periodo, la guitarra alcanzó su reconocimiento como instrumento de concierto, lo que permitió a Adolfo Salazar diferenciar tres tendencias: la “tradición española más neta” representada por Miguel Llobet, la modernización técnica, el virtuosismo y la difusión mundial de la guitarra llevada a cabo por Andrés Segovia e “intermedio entre ambas tendencias” la personificada por Regino Sainz de la Maza.6 Los destinos de cada uno de ellos a lo largo de la Guerra Civil fueron muy distintos; mientras Llobet redujo su actividad musical muriendo el 22 de febrero de 1938 en Barcelona, Andrés Segovia se exilió de España trasladando su residencia a Montevideo.Por su parte, Regino Sainz de la Maza se alineó con el bando nacional tras el alzamiento y regresó a España de su séptima gira de conciertos americanos en 1937. Ya en aquellos años, el guitarrista burgalés era considerado un prestigioso intérprete y uno de los mayores difusores del instrumento a nivel mundial
 

La guitarra española como símbolo nacional: de la música a la ideología en la España franquista