Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

Autor: Pedro Alcántara Capiscol

Los Fandangos de Huelva

 6 1

En Andalucía cada comarca tiene su fandango propio, que se inspira en su paisaje o en las costumbres más arraigadas del entorno. A este respecto, Huelva ha destacado siempre por la diversidad de estilos que, naciendo todos de una misma fuente temática, ofrecen diferencias en cuanto a la melodía y al tono, pero conservando cada uno su sello especial.

Aunque en el mundo del flamenco decir Huelva es decir fandango, es exagerado asegurar que cada pueblo tiene su propio estilo de fandango. Aunque también es cierto que pocas provincias pueden ofrecer tal variedad de matices en la realización de este cante. José Gómez Hiraldo dedica al fandango de Huelva las siguientes palabras: "Hay un enigma raro, sin desentrañar aún por nadie, que deja al fandango de Huelva, como a tantos cantes flamencos, colgados de la duda interpretativa de su origen, sin que se sepa dónde está la matriz que gestó y dio luz a este cante señero, bello y representativo. Se le achacan orígenes inciertos y vive como un hijo espúreo del flamenco al que se menosprecia y desacredita por obra y gracia de la mistificación y falseamiento de que ha sido objeto por parte de los que, sin conocerlo, lo han interpretado a su aire, dándolo a conocer como una piececilla a son de charanga y murga que cualquiera podia cantar".

No obstante la opinión de Gómez Hiraldo, en la actualidad, y debido principalmente a la labor de las peñas flamencas de aquella zona, los fandangos de Huelva recobraron sus aspectos más significativos, traduciéndose todo ello en la renovada atención que se le presta al fandango de Huelva. En consecuencia, la presencia de Huelva se nota en las principales manifestaciones flamencas que se ofrecen actualmente.

Los pueblos de la provincia que tienen fandango propio se encuentran en dos comarcas características cuales son la del Andévalo y la Sierra de Huelva. La primera de ellas comprende las localidades de Alosno, El Cero de Andévalo, Cabezas Rubias, Santa Bárbara de Casa, Calaña, Zalamea la Real, Minas de Riotinto y Valverde del Camino. La zona de la sierra tiene las localidades de Encinasola y Almonaster la Real.

Según R. Molina y A. Mairena "El mundo de estos fandangos es triple: Se inspira en tres temas princiaples: el mar, el campo y los pueblos. El mar con sus barcos, el campo con sus labores, su caza y sus caballos; el pueblo con sus personajes populares, sus historias y anécdotas locales... Todo, incluso el amor, está sentido en función de la geografía y proyectado sobre el entrañable escenario familiar de la patria chica".

Siguiendo la delimitación geográfica del fandango de Huelva dentro de la provincia, destaca poderosamente la comarca del Andévalo, que comprende los pueblos anteriormente enunerados y de los que interesa resaltar las características de los cantes de cada uno de ellos.

En primer lugar, y por méritos propios, destaca el pueblo de Alosno, del que se ha dicho que tiene un estilo de fandango lleno de hondos saberes, viril y alegre, recio y tierno. Manuel Romero Jara, autor de una documentada obra sobre los fandangos de Huelva, dedica gran parte de ella al estilo de este pueblo, al que denomina "el alosno bendito". En primer lugar, y según él, en Alosno no hay un fandango sólo, sino que se cantan varios estilos: los llamados populares, los estilos personales y los "estilos perdíos", estos últimos son fanfangos sin nombre específico, ni autor conocido.

Onofre López Gonzalez, en su ponencia al XV Congreso Nacional de Actividades Flamencas (Benalmádena, 1987), sobre el tema "El Fandango de Huelva y su provincia", manifiesta lo siguiente: "Con los aires de Alosno se registran dieciseis formas distintas de hacer el fandango. La mayoría de ellos nacidos de lo popular y otras enmarcados con nombre y apellidos de hijos de la tierra" (Candil nº 53. Octubre, 1987)

Es tal la profusión y el desarrollo que el fandango ha alcanzado en esta localidad que a la entrada del pueblo hay un cartel que anuncia: ALOSNO, CUNA DEL FANDANGO. En el pueblo se dice que el fandango ha nacido allí, y lo dicen cantando:

Fandango, ¿donde has nacío

que to el mundo te conoce?

Yo nací en un rinconcillo

que Alosno tiene por nombre,

donde le dan el "dejillo"

 

Refiriéndose a este fandango, y en concreto a su final, Ricardo Molina nos dice: "La copla que hemos citado nos da, bajo inocente apariencia, una profunda noción de cante cuando alude al "dejillo" que en Alosno dan al fandango. ¿Qué debemos entender por "dejillo"?. A nuestro juicio, el "dejillo" es lo que muchos flamencos llaman el "aire" del cante. Cada cante al aclimatarse a una localidad —y mucho más al nacer, si así fuera el caso— adquiere una manera de ser especialísima, casi imperceptible, que es el "aire" o "dejillo". Si a un cantre se le despoja de su aire se le resta sabor y autenticidad. Incluso cuando un gran cantaor altera el "aire" nativo sufre el cante una invisible mitificación".

El fandango de Alosno ha podido oirse en los más lejanos rincones, debido a que los alosneros se extendieron por toda la geografía española como recaudadores del Impuesto de Consumos, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Que duda cabe que el alosnero prefería no abandonar su tierra, y así lo expresaba cantando:

De las cosillas más malas

que yo hice en este mundo

fue dejar mi escopetilla

y marcharme a los consumos.

 

Los fandangos populares no tiene autor conocido. Destacan entre ellos dos estilos que, según Romero Jara, son el santo y seña del cante de Alosno: El fandango cané y el fandango valiente. El primero es un cante colectivo; se realiza en grupo, mientras que el fandango valiente es individual, muestra de poderio y fuerza desde el principio del cante. Fue un estilo, este, muy interpretado por los hermanos Toronjo.

En cuanto a los fandangos personales son creaciones atribuidas a personas concretas y que toman el nombre de su creador. Se citan como personajes que dieron nombre a este estilo los siguientes: Tio Nicolás, el de las patillas; la Conejilla; Manuel Pérez; Juan María Blanco; Bartolo el de la Tomasa; Manolillo el Acalmao; D. Marcos Jimenez; Antonio Abad; Juan Rebollo y Juana María. Los hermanos Toronjo, en las décadas de los sesenta y setenta, llevaron el fandango a todos los confines.

Encinasola es una población cercana a Extremadura y Portugal en que se realiza la danza del fandango desde el siglo XVIII. El baile lo realizan las mujeres y los hombres van cantando y tocando los instrumentos del acompañamiento (guitarra, bandurria, laud y acordeón); la mujer toca las castañuelas mientras baila. Las cuatro letras que se interpretan al cantar el fandango son siempre las mismas y se realizan en el mismo orden. Son las únicas que se cantan.

Almonaster la Real se caracteriza por su belleza, representada por un amplio patrimonio arquitectónico. El encanto de esta población serrana se extiende a alguna de sus aldeas, poseedoras de un alto valor paisajístico y de una particular arquitectura. Destacan especialmente los núcleos de Aguafría, Veredas, Calabazares y Escalada. Entre el pueblo y estas cuatro aldeas se reconocen nueve estilos distintos de fandangos: Fandango de la Cruz del Llano, de la Cruz de la Fuente, de la Jira de la Cruz de la Fuente, de la Cruz de la Aldea de Aguafría, de la Cruz de la Aldea de Veredas, de los Pinos, de Santa Eulalia, Largo de Santa Eulalia y Aldeano.

La Magna Antología del Cante Flamenco de Hispavox, comentada por José Blas Vega, al referirse al fandango de este pueblo, dice lo siguiente: "Santa Bárbara es un pequeño pueblo, pero con un fandango grande, hermoso y brillante, estilo que ha sido cultivado y dado a conocer por cantaores de la talla como Canalejas de Puerto Real y Antonio el Sevillano".

A propósito de este fandango y de su cultivador Canalejas de Puerto Real, Manuel Romero Jara afirma que el fandango de Santa Bárbara, tan íntimamente unido al citado cantaor gaditano, ni las personas mayores de Santa Bábara recuerdan que hubiera un fandango propio de su pueblo que de una manera tradicional fuera asumido por sus habitantes. Lo único que conocen como fandango de Santa Bárbara se remonta a sólo unos años atrás, concretamente hasta la fecha en que lo grabó en placas de pizarra el cantaor de Puerto Real. Concretamente las grabaciones se llevaron a cabo en el año 1946 y Canalejas de Puerto Real estuvo acompañado a la guitarra por Manuel Serrapí ("Niño Ricardo"), haciendo dos fandangos con la misma música y etiquetados como "fandangos de Huelva". Las letras son las siguientes:

Por tu calle he de pasar

me han dicho que no hay salía,

yo la tengo que encontrar

aunque me cueste la via,

o aunque tenga que matar.

 

y esta otra:

Asómate a la ventana

y dame un poco de lumbre,

que quiero ver a mi serrana,

por no perder la costumbre,

de la noche a la mañana.

 

A este respecto, se pregunta Romero Jara: "¿Habrá que hablar de el "Niño Ricardo" como autor de la música de este fandango?". Porque, como dice este autor: "En el pueblo de Santa Bárbara no conocen ningún estilo de fandango autóctono y diferenciado, y a la hora de su fandango lo vinculan, de manera irremediable, al cante de Canalejas de Puerto Real.

En el pueblo de Cabezas Rubias, según Romero Jara, se plantea el mismo caso que en Santa Bárbara de Casa, esto es, "que los mayores del lugar no recuerdan que allí se cantara fandango alguno, o para ser más preciso, un estilo de fandango propio del pueblo". Al parecer, lo que se canta como fandango de Cabezas Rubias es, en realidad, un fandango que se cantaba en épocas pasadas en la romeria de Santa Bábara de Casa. Una versión de este cante de romeria era la siguiente:

A mí me gustan las gentes

que vienen de romeria

vienen cantando y bailando

con la barriga vacía.

 

El fandango siempre se se ha interpretado, pero nunca se ha relacionado con la localidad de Cabezas Rubias. En l978, la Peña Flamenca de Huelva realizó una grabación con el título "Huelva... canta la Peña Flamenca" y en ella se incluye un corte por fandangos, con la etiqueta de "al estilo de Cabezas Rubias". Y concluye Romero Jara: "En Cabezas Rubias se enteraron de que habia un fandango de su pueblo cuando se grabó el disco, quizá en el año 1978".

El Cerro del Andévalo posee un estilo de fandango propio, sin que exista duda alguna en este caso, y se pone plenamente de manifiesto sobre todo en los actos que se celebran en honor del patrón del pueblo, San Benito Abad.

Durante la romeria el fandango es interpretado por el tamborilero, con su gaita y su tambor. Sus letras son siempre alusivas al patrón del pueblo. El baile lo componen dos parejas mixtas de jamugueras y danzadores. Se considera uno de los fandangos más antiguos de Huelva.

Calañas tiene un sólo estilo de fandango al que, lógicamente se le denomina fandango de Calañas. Este estilo está hecho para el baile. Hoy dia se puede bailar este fandango por parejas, y se acompaña siempre por la guitarrra.

Una de sus letras características es:

Calañas ya no es Calañas

que es un segunda Madrid.

¿Quién no ha visto por Calañas

pasar el ferrocarril?

 

En Zalamea la Real más que referirnos a su fandango hay que hacerlo en plural, porque hasta el presente nos han llegado varios fandangos que nacieron en la segunda mitad del siglo XIX.

Se le considera un fandango sobrio, de ritmo monótono y lento, de rasgueos basados en toques de guitarra, laud y bandurria. Se distingue entre el fandango cantado y el bailado. Cuando se baila no se canta, sino que se lleva solamente el acompañamiento instrumental. El fandango se compone de tres partes o coplas, todas con la música distinta y precedidos de introducciones diferentes. En todas estas partes hay igualdad de compases. Para bailar el fandango se necesita un número de doce niños, con palillos y castañuelas, y llevando un acompañamiento de guitarras y bandurrias, y otras veces un piano.

Se conservan una gran cantidad de letras diferentes:

San Blas y la crucecita,

San Vicente y el Sepulcro,

son para los zalameños

lo mejor de todo el mundo.

¡Viva mi tierra bonita!

 

Soñé que oía llorar

en lo mejor de mi sueño,

y lo que oí fue cantar

un fandango zalameño

que me hizo despertar.


No es corriente que se incluya a Riotinto entre las localidades que poseen un estilo propio y diferenciado de fandango. A veces se ha situado el fandango de Riotinto como estilo perteneciente a Valverde, pero es sabido que su verdadero nacimiento se realizó en Riotinto, muy ligado a la personalidad del maestro D. Manuel Medina, lo que hace dudar si catalogarlo como un fandango popular o un estilo personal.

En Riotinto existe otro fandango más conocido y más estudiado que nació en el seno de una agrupación musico-vocal de este pueblo minero.Dicha agrupación, denominada "La Esquila", compuesta exclusivamente por hombres, procidia a la llamada de sus componentes por medio de una campana (una esquila), de ahí su nombre. Uno de los miembros de "La Esquila", Juan Serrano, compuso este otro fandango de Riotinto. Este fandango se compuso entre 1910 y 1919, y su estructura tan particular hace que la letra tanga que amoldarse a la música, basándose en versos con un número excesivo de sílabas, caso raro en el mundo del fandango.

La letra cantada por la Coral Minera de Riotinto, en Marzo de 1982, fecha en la que lo incluyó en su repertorio sacándolo del olvido, fue la siguiente:

Una queja lleva el viento al salir el sol

Cuando dejan la casa los mineros para ir a su quehacer,

se encienden en las venas los silencios y las angustias del amor,

las dudas del regreso y el temor de que no puedan más volver

tan sólo le compensa con los hijos y la gloria del amor,

los brazos de viento y de luz de su mujer.

 

Posiblemente se bailaba sólo por mujeres, en parejas, haciendo intercambio entre una pareja y otra.

Valverde del Camino dispone también de un estilo de fandango propio, hasta tal punto que el valverdeño dice que para cantar su fandango hay que ser del pueblo:

El fandango de Valverde

Lo sabe cantar cualquiera;

pero darle su dejillo

no se lo da España entera

porque es muy dificilillo.

 

El fandango de Valverde se suele interpretar añadiendo la expresión ¡ay! al final del segundo y quinto tercio. También se escucha este fandango sin los dos añadidos del ¡ay!, lo que supone una variante del fandango de Valverde, pero no un estilo nuevo de fandango.

Cuenta José Nuñez de Castro a la revista de flamenco "Candil" una anécdota vivida por él, con motivo de un recital de cante en beneficio de la "Lucha contra el cáncer", celebrado en Huelva, al que concurrieron varias figuras del cante andaluz del momento. Interpretaron varios estilos y a uno de los cantaores le pidió el público que cantara un fandango de Huelva y el artista, con toda sinceridad, contestó: "Pedirme los cantes que querais, pero aquí no puedo cantar por Huelva, poque ese "dejillo" sólo se lo dan los que han nacido en esta tierra".

Entre los cantaores más destacados de los fandangos de Huelva la Magna Antología del Cante Flamenco, y en su nombre José Blas Vega, cita "el cante inconfundible de cuatro ases": José Pérez de Guzmán, aristócrata que cultivó el cante con generosa vocación. Hizo un fandango valiente, de arranque fuerte, brioso y lleno de dificultades, por lo que hay que tener buenas condiciones para interpretarlo". También cita a José Rebollo Piosa al que se refiere en estos términos: "Este eminente y malogrado cantaor fue el más completo que todos los que han cultivado el estilo de Huelva. Su fandango, muy distinto de los demás, está lleno de sabiduría flamenca". Finalmente, también se refiere a Antonio Rengel "que creó un estilo señorial y jondo para cantar a su Huelva".

Por su parte, Ricardo Molina y Antonio Mairena destacan también a José Perez de Guzmán y a Antonio Rengel, refiriéndose al primero como "distinguido caballero y onubense que inmortalizó su nombre como intérprete fabuloso del cante de su tierra" y destacando del segundo "su carácter enciclopédico en lo que a fandangos de su tierra se refiere". Y "muy por debajo de estos dos supremos fandanguilleros" citan a Paco Isidro, Comia, Rebollo y Juan María Blanco.

Por su parte Romero Jara recopila un largo censo de cantaores del fandango de Huelva, encabezados por los ya citados Antonio Rengel, Paco Isidro, José Rebollo, José Pérez de Guzmán y una larga lista en la que se comprende el Niño León, El Comia, Pepe La Nora, Sanz Urbano, Rojitas, Eufrasio Domínguez Nillán, El Moreno de Paimogo, Joaquín Vera, Curro Monge o Paco Toronjo.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Manuel Romero Jara.- "Éste es otro cantar".- Caja Rural del Sur.- Sevilla, 2002.
Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco.- Ed. Cinterco.- Madrid, 1988.
Magna Antología del Flamenco.- Hispavox, 1982.
A. Mairena y R. Molina.- Mundo y Formas del Cante Flamenco.- Revista de Occidente.- Madrid, 1963.
Ricardo Molina.- Obra Flamenca.- Ed. Demófilo. Madrid, 1977.

DISCOGRAFÍA RECOMENDADA
Magna Antología del Cante Flamenco.- Hispavox,. Madrid, 1982.
Cantes de Huelva.- Antología "La época dorada del Flamenco".- Tecnodisco.
Besana.- Eduardo Garrocho.- Caja Rural de Huelva. 1999.
Discografia de los hermanos Toronjo.

 


Los enlaces publicados en La Biblioteca de la Guitarra solo tienen un fin educativo y de difusión, no comercial. Si algún compositor, intérprete o empresa, por cualquier motivo, considera que un archivo que aparece en este canal vulnera los derechos de autor, infórmenos y se eliminará.

0 Comentarios:

  • No hay comentarios

Las cookies nos ayudan a ofrecer nuestros servicios. Al utilizarlos, aceptas que usemos cookies. Más información

Aceptar