Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

Cano, Manuel (España, 1925-1990)

Manuel Cano Tamayo nació en Granada el dia 23 de febrero de 1925 en el seno de una familia en la que existia una gran inclinación por la música folclórica andaluza. Su padre tocaba la guitarra y su madre el laud, así que desde su infancia el pequeño Manuel gozó de un ambiente propicio para el desarrollo de sus condiciones musicales.

Desde muy niño Manuel Cano tuvo como fiel acompañante a la guitarra, ya que sus padres a los ocho años le regalaron una de las que habitualmente se ven en los tenderetes feriales. Con esa primera guitarra se tendría que arreglar Manuel hasta que su abuelo materno le regaló una, construida en 1840 por José Pernas, guitarrero que se estableció en Granada en esa fecha. Con la guitarra regalo del abuelo aprendió a realizar los primeros ejercicios, siguiendo la dirección y el consejo de su padre y sometiendo al instrumento a intensas sesiones.

La guitarra siguiente de Manuel Cano procedía del taller de la Viuda y Sobrinos de Domingo Esteso, uno de los más famosos en aquella época y le fue proporcionada por Manuel Serrapí ("Niño Ricardo"), en el año 1940. En esos momentos el joven músico, a sus quince años, ya habia logrado grandes progresos. No obstante, no parece normal que después de un duro aprendizaje y con una vocación firme por la guitarra tardase tanto tiempo en iniciar la andadura por la senda que le llevaría a su verdadero destino, ya que hasta 1959, cuando su edad era de treinta y cuatro años, no se presenta ante el público para ofrecer conciertos, ni se decide a grabar un disco.

Al parecer hasta esa edad su vida musical se había centrado en contínuos viajes a diversos pueblos y cortijadas de las provincias andaluzas, experiencia que le permitió conocer "in situ" las costumbres y el folklore de su tierra. Más tarde ello le sirvió en la creación de sus piezas de flamenco para concierto y para desarrollar sus conferecias.

Su encuentro con Andrés Segovia, en 1958, fue muy importante para su propia trayectoria musical. El maestro giennense de la guitarra le deseó "limpiar el flamenco de incursiones falsamente musicales", consejo que impulsó a su espíritu a realizar una intensa actividad tendente a la dignificación de la guitarra andaluza. Su labor se vió facilitada por la propia actividad y ambiente guitarrístico de Granada que, según Norberto Torres, le permitió "retomar el repertorio culto de influencia popular andaluza que el círculo de Falla y Lorca alentaron en la segunda década del siglo XX".

La estancia de Manuel Cano en Madrid realizando sus estudios profesionales le permitió establecer amistad con las figuras más representativas de la guitarra clásica y de la guitarra flamenca. Su gran vocación por la guitarra encontró el ámbito ideal para facilitar el desarrollo de sus inquietudes musicales e incluso se inició en la investigación de los temas folclóricos andaluces.

Todo ello hizo posible la realización, en el año 1959, de su primera grabación discográfica, un LP titulado "Suite granadina y flamenco clásico". Este primer disco, realizado para la firma RCA, engloba sus seis primeras creaciones, y comprende "Alcaicería mora", "Odaliscas del Portal", "Nocturno en el Sacromonte", "Aires granadinos", "Fuentes del Generalife" y "Cantos de La Alpujarra". También se recoge en la obra flamenco clásico como son las soleares, tarantas, peteneras, granaínas y seguiriyas.

En ese mismo año de 1959 ofrece Manuel Cano su primer concierto en la Casa Regional de Valencia, en Sevilla y después en la Escuela Profesional de Comercio de Granada. A partir del éxito logrado con su primera grabación los conciertos y actuaciones se suceden a gran ritmo. Y así, en 1960, debuta en la Televisión Francesa, donde graba dos recitales para la ORTF y realiza una gira por diversas sociedades culturales francesas y Casas de la Cultura.

En 1961 participa en el Concurso Internacional de Extranjeros de la Cátedra Manuel de Falla granadina. Es contratado para dos conciertos en la Universidad de Caén (Normandia) y para tres conciertos en París, organizados por la Televisión Francesa... Y así podríamos continuar año tras año hasta fechas muy próximas a su fallecimiento. Su actividad artística, cultural y personal se vió en todo momento respaldada por el éxito y el reconocimiento general. Su relación aquí constituiría una monótona crónica de los triunfos de Manuel Cano, pero es de interés y de justicia resaltar algunos de los logros conseguidos por este gran artista.

En el conjunto de los discos grabados por Manuel Cano aparece, en 1964, la "Evocación de la guitarra de Ramón Montoya" realizado precisamente con la guitarra que, en 1924,le regalara a Ramón Montoya el duque de Almazán, construida por Santos Hernández. Esta grabación obtuvo el Premio Nacional del Disco Flamenco de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces de Jerez de la Frontera. Más tarde esta entidad nombró a Manuel Cano miembro de número.

En 1965 la ciudad de Córdoba le otorga el Premio "Sabicas" para guitarra flamenca de concierto, en su IV Concurso Nacional de Arte Flamenco.

La concesión de los dos premios anteriores suponen para Manuel Cano la consagración ante la afición. Siguen las conferencias, cursos, ciclos de estudios flamencológicos en Universidades y peñas flamencas, tanto en España como en el extranjero. Viaja en 1967 y 1968 dando conciertos por Puerto Rico, Alemania, Francia, Egipto y de nuevo un premio en Jerez, en esta ocasión el Premio Nacional de Flamenco de la Cátedra de Flamencología y Ateneo de Jerez. Asímismo son muchas las grabaciones que realiza en ese espacio de tiempo.

En compañía de otros guitarristas graba la "Antología de la guitarra española", "Recuerdos de la Alhambra", "Temas españoles y flamenco", "Tensión de sonoridades para dos guitarras, con Víctor Monje ("Serranito") y un LP acompañando a "Naranjito de Triana".

Vuelven las giras por el extranjero en 1969, esta vez por Francia y Alemania. Y llega su primer y soñado viaje a Rusia, donde actua como solista en la compañía de Antoñita Moreno, con recitales en Moscú, Kiev y Leningrado.

Al año siguiente recorre los principales teatros de España como guitarra solista y coordinador musical sobre García Lorca en el Ballet Español de Pilar López. Y actuando en esta gira ocurrió un hecho simpático que Manuel Cano comentó a uno de sus biógrafos (Emilio Jiménez Díaz) y que textualmente reproducimos: "Manuel, antes de que se levantase el telón, se sentaba en la silla con su guitarra, esperando la orden al maquinista para que lo alzase y empezar a tocar, sin presentación alguna, por supuesto. Una de estas veces se distrajo un pelín y, al levantarse el telón, uno de los flecos se enganchó en el clavijero y se llevó con él hacia arriba el preciado instrumento (más preciado aún en ese instante) ante la mirada atónita y hacia los cielos del telar del sonrojado concertista. El maquinista rápidamente y por fortuna se dió cuenta, bajó de nuevo el telón hasta la altura en que Manuel podia desembarazar a la guitarra y, más tarde, actuó como si nada hubiese pasado ante los aplausos animosos de Pilar". Puede decirse que ese fue otro momento en que la guitarra de Manuel Cano volvió a brillar a gran altura.

Nuevos viajes al extranjero con conciertos en Rusia, Suiza, Marruecos y algunas capitales españolas durante los años 1971 y 1972 y la grabación de un disco en el que recoge "Temas flamencos para conciertos" y "Temas andaluces", de Angel Barrios, el que fuera su gran maestro. El año siguiente (1973) fue pródigo en grabaciones. Para Hispavox realiza "Motivos flamencos para dos guitarras", con el acompañamiento de su hijo José Manuel, que aparece como puro aficionado. Y para la misma firma vuelve a grabar "Diálogos Flamencos", cuya primera edición se realizó en l965, acompañado por Curro Utrera.

En Barcelona graba "Misa Flamenca en Córdoba", con el cantaor "Fosforito" y para Japón realiza otro disco con el título "Concierto Romántico". Y conciertos realiza en diversas capitales españolas durante 1974, terminando a finales de dicho año en una gira por el Japón.

En los años siguientes Manuel Cano lleva a cabo muevos conciertos, conferencias, grabaciones y giras por el extranjero. Los éxitos acompañan siempre al gran músico granadino, destacando la Cátedra del Conservatorio Superior de Música de Córdoba, obtenida en 1978 y la obra publicada en 1986 "La Guitarra" (Historia, Estudios y Aportaciones al Flamenco) en la que se trata de la incorporación de la guitarra al arte flamenco, su aportación a las formas y ritmos, su evolución a lo largo del tiempo y sus primitivas escuelas de construcción, entre otros aspectos.

El 18 de diciembre de 1988 se graba en directo, desde el Teatro Isabel la Católica, el "Concierto de Guitarra y Poesia",compartido con Manuel Benítez Carrasco.

El dia 12 de Enero de 1990 Manuel Cano Tamayo fallece en su domicilio de Granada. En febrero del año 1992 la Junta de Andalucia otorgó, a título póstumo, una medalla de plata a Manuel Cano en reconocimiento de su gran labor en pro de la investigación y difusión de la guitarra y el arte flamenco.

Manuel Cano ha sido considerado con toda justicia como una de las figuras señeras de la guitarra flamenca. No solamente fue un gran concertista, ya que a su labor en este ámbito unió su actividad de conferenciante y autor del libro que se ha considerado más completo sobre la guitara flamenca. Nos referimos a "La guitarra. Historia, estudios y aportaciones al Arte Flamenco", obra que le valió el premio de investigación de la Cátedra de Flamencología de Jerez y que, según Norberto Torres, "es imprescindible para todos los que deciden emprender investigaciones sobre la historia de la guitarra flamenca". Dicha obra constituye un compendio de las investigaciones que Manuel Cano realizó sobre la guitarra durante su vida y que tuvo la originalidad de incluir varias partituras y dos cintas de su colección particular de discos de pizarra, comentadas por el propio Manuel Cano.

Para Norberto Torres "el hecho era poco frecuente, por no decir casi inexistente, en las publicaciones y sobre flamenco". Y concluye Norberto Torres: "Echamos de menos una sola cosa: la falta de un estudio sobre los guitarristas de la escuela moderna (el análisis de Cano cubre desde los primeros guitarristas hasta Sabicas)".

Como conferenciante Manuel Cano realizaba estos actos ilustrándolos él mismo con el acompañamiento de la guitarra y su participación en congresos se caracterizaron siempre por su aportación de documentadas comunicaciones e incluso participando activamente en la organización de los mismos.

También es de resaltar su actividad docente, ya que fue Catedrático de Guitarra Flamenca en Córdoba durante más de diez años y en esta faceta hacía hincapié en que los alumnos no se formaran un concepto erróneo de lo que en realidad debería consistir la evolución de la guitarra con relación a la propia evolución rectora del flamenco, de tal forma que el instrumento de acompañamiento nunca debía de salirse del compás del estilo del cante que se estaba realizando; ése era el "sendero secreto" a desarrollar y por donde debía transitar el guitarrista. Eran las ideas que venían recogidas en el libro anteriormente citado.

Además de las actividades mencionadas el mayor mérito de Manuel Cano, en opinión de críticos del flamenco, profesionales y teóricos de la guitarra flamenca fue "el haber sido el primero en desarrollar una carrera de guitarra flamenca en España a partir de los años sesenta" (N. Torres).

Entre las obras interpretadas por Manuel Cano en sus conciertos figuran varias de Ángel Barrio, guitarrista y compositor que puede considerarse nexo o punto de unión musical en el círculo que Lorca y Falla apoyaron en la segunda década del siglo XX. Y así, Manuel Cano interpretará varias obras de Barrios e incluso volverá a ofrecer las canciones armonizadas por Lorca, lo que supondría una inclinación por el repertorio culto andaluz popularizado y la composición por parte de Manuel Cano de varias obras para guitarra flamenca, que se ubicarían en el ámbito entre lo popular y lo culto.

Norberto Torres enumera treinta y tres grabaciones en la discografia de Manuel Cano, compuesta en actuaciones como solista, en dúo, colaboraciones, en antologías, acompañamientos a cantaores, recitador y soprano. La mayor parte de los temas son composiciones propias y también se hallan arreglos de canciones andaluzas (tonadas), composiciones de músicos españoles (Barrios, Pedrel) u otros guitarristas (Ramón Montoya), así como las canciones andaluzas rescatadas y armonizadas por García Lorca. La titulada "Evocación de la guitarra de Ramón Montoya" fue interpretada utilizando una de las guitarras que habían pertenecido al propio Montoya, la llamada "Pepita Jiménez"; con esta grabación ganó el Premio Internacional del Disco, en 1964. La guitarra con la que se grabó este disco fue construida por Santos Hernández en 1924 y adquirida por el Duque de Almazán, que se la regaló a Ramón Montoya.

Manuel Cano, a lo largo de su vida profesional, fue adquiriendo guitarras de distintas épocas. El artista granadino tenía la costumbre de comprar instrumentos antiguos para utilizarlos en sus recitales y reconstituir el sonido de cada época. Estos instrumentos llegaron a alcanzar un gran valor, no sólo económico sino artístico. Todos ellos los tenía a punto el artista granadino.

A la muerte de Manuel Cano su colección de instrumentos, otros objetos y documentos fueron adquiridos por ciudadanos japoneses, que crearon en Japón una fundación con el nombre de Manuel Cano.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA


  • "Del amigo y maestro Manuel Cano". Emilio Jiménez Díaz. Bienal de Arte Flamenco, VI.- El Toque.- Area de Cultura del Ayto. de Sevilla.

  • Diccionario Enciclopédico Ilustrado de Flamenco. Ed. Sinterco l990.

  • El toque flamenco. Ángel Álvarez Caballero. Alianza Editorial.

  • Historia de la guitarra flamenca. Norberto Torres. Ed. Almuzara.

  • Revista "Candil" nº 81. Manuel Cano, Andaluz Universal. Norberto Torres.

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