Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

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Nuñez, Antonio (España, 1948-)

ANTONIO NÚÑEZ BUHIGAS, guitarrista de flamenco, más conocido en la historia del arte de la guitarra flamenca con su propio nombre artístico de ANTONIO NÚÑEZ, nació el 1 de Noviembre del año de 1948 en El Puerto de Santa María, (Cádiz) en el número 34 de la calle Cielo, finca que actualmente conserva su fisonomía y estructura tal y como estaban aquel Día de Todos los Santos del año en el que la ONU decretó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Hijo de Antonio y Juana es el mayor de sus hermanos. Pero cuando habla de su infancia la referencia es su abuela María que es la que lo crió desde que tenía tres meses en unas condiciones muy humildes en las que compartían la misma habitación 5 personas. Antonio recuerda la suya, como una niñez en las que pasaban muchas “fatiguitas”, con una abuela que ejercía de practicante para las gentes del barrio sin haber cursado ningún tipo de estudios y que nos da una idea de esa España tan gris que sufría las penurias de una doble posguerra.

Hasta los nueve años estudió en el colegio de La Merced, edad en la que empezó a trabajar en una panadería de la calle Cielo transportando con un carro los sacos de harina y buscándose algunos extras como descargar la leña de los borricos por seis pesetas o camiones enteros por cinco duros. A los trece años entró en las Bodegas Caballero de aprendiz y uno o dos años más tarde en el lavadero de botellas de Torrent.

El trabajo ha sido una prioridad por responsabilidad, pero la pasión ha sido para la guitarra. La primera vez que coge una tiene trece años. La inquietud por la música ya la tenía y tocaba la armónica y Antonio encadena recuerdos: “se hace un espectáculo de caras nuevas y Manolo Suárez, un bailaor me habla de coger la guitarra. Y me gustó. Y nos reuníamos varios amigos en casa de Joaquín Albert, un guitarrista, y ahí empiezo”.

Las guitarras son prestadas hasta que tras mucho juntar Antonio se hace con las 300 pesetas que le cuesta la primera de su propiedad. Con ella ya se recuerda en el bar El Refugio (ver nótula 703 en GdP) que supone “una escuela con Paco Navarro, Chaqueta y muchos más. Empezábamos a las 12 o la 1 y nos daban las 5 de la tarde solo a base de vasos de vino”.

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