Muchos son los temas en los que se han centrado los estudios en las últimas décadas de uno de los mayores genios de la pintura universal, Francisco de Goya y Lucientes. Sus retratos, sus grabados, el costumbrismo, su vanguardismo, su pensamiento político, su biografía o incluso temas tan novedosos como los tratados en los ciclos de conferencias organizados por la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y el Ayuntamiento de Zaragoza bajo el sugerente y reivindicativo título de «Goya y Zaragoza». Pero hoy vamos a fijarnos en un tema que nos ayudará a acercarnos a la imagen más humana de Goya, no es su afición a la música, sino su cariño a algo más popular y que lo identifica de una manera certera con sus raíces: la guitarra. La música siempre le acompañó, sabemos que asistió a la Ópera de Burdeos durante su estancia en tierras francesas, o que conoció a Beethoven del que habló en alguna ocasión, pero hoy nos vamos a centrar en su afición a tocar la guitarra, o más particularmente, el tiple, que nos vincula al genio de la pintura con la tradición y la cultura popular de su...