Transcripción para guitarra de "Malagueña" de España Op.165 No.3 de Isaac Albeniz
Las confluencias entre la obra pianística de la etapa nacionalista de Albéniz y la guitarra van más allá de lo que la intuición dicta al oír las obras del maestro de Camprodón. Según refiere Riba (2006) en su artículo “Albéniz y los guitarristas de su tiempo”, Kalfa (1999) hace referencia explícita a la “inspiración guitarrística de Albéniz” en la entrada dedicada a Albéniz en el Diccionario de música española e hispanoamericana. Tal y como describe Kalfa, en la exposición universal de París de 1889, Albéniz mostró ante una representación muy escogida de músicos franceses, como podía imitarse el efecto del rasgueado guitarrístico en el piano.
Si bien es cierto que Albéniz no compuso ninguna obra para guitarra, esto no se debió a la falta de motivación que la guitarra influía en el compositor, sino más bien al hecho de que a finales del siglo XIX, y desde que la guitarra desapareció del orgánico habitual de las agrupaciones orquestales hacia mediados del siglo XVIII, este instrumento quedó conceptual y culturalmente circunscrito en su faceta más depurada en mayor medida a los ambientes burgueses y los reducidos círculos de la “música de salón” que a los circuitos donde compositores e intérpretes consagrados exponían sus creaciones musicales. En otras palabras, no entraba dentro de las opciones reales para un compositor como Albéniz el hecho de componer para guitarra, al considerarse un instrumento muy carismático pero relacionado con ambientes populares por un lado, o con diletantes burgueses por otro. Esto mismo les ocurría a los referentes franceses del músico catalán, como d’Indy, Fauré, Ravel, Debussy o Dukas...)
Consonancias, no 1, junio de 2017, pp. 168-192.
Transcripción para guitarra de "Malagueña" de España Op.165 No.3 de Isaac Albeniz