Brouwer, Leo (Cuba, 1939-)
Juan Leovigildo Brouwer Mesquida (La Habana, 1 de marzo de 1939), mejor conocido como Leo Brouwer, es un compositor, guitarrista y director de orquesta cubano.
Brouwer es nieto de la compositora y pianista cubana Ernestina Lecuona de Brouwer. Comenzó a tocar la guitarra a la edad de 13 años, atraído por el sonido flamenco y motivado por su padre Juan Brouwer, que era médico y guitarrista aficionado. Su primer maestro real fue Isaac Nicola quien fue alumno de Emilio Pujol, y a su vez este fue alumno de Francisco Tárrega. Dio su primer recital a la edad de 17 años; aunque para este tiempo sus composiciones ya empezaron a llamar la atención. Preludio (1956) y Fuga (1959), ambas con influencia de Bartok y de Stravinsky, son muestra de su temprana comprensión de música no propia de la guitarra. Viaja a Estados Unidos para estudiar música en la universidad de Hartford y posteriormente en la Juilliard School, donde Stefan Wolpe le enseña composición.
Al inicio de su carrera, Brouwer compuso sus Estudios simples 1-20 para ampliar los requerimientos técnicos de la ejecución en la guitarra. Con estos estudios Brouwer produjo sin duda una obra mayor en el desarrollo de la técnica en la guitarra, haciéndolos no solo técnicamente demandantes sino también altamente musicales.
Las primeras obras de Brouwer representan su contexto cubano y muestran la influencia de la música afrocubana y su estilo rítmico. Un buen ejemplo de este periodo es el Elogio de la danza. Aunque es para guitarra sola, su segundo movimiento es un tributo a los Ballets Rusos (clara conexión con Stravinsky) siendo además este coreografiado. Le siguieron trabajos como su Sonograma 1 donde se refleja el uso de la incertidumbre, Canticum (1968), cuya primera parte representa el proceso por el cual un insecto adulto emerge del capullo e incidentalmente, incorpora un inusual cambio de afinación en la sexta cuerda a mi bemol La espiral eterna (1971), Un Día de Noviembre (1968), pequeña pieza que compone con una clara influencia de la música romántica que caracterizaba a Tárrega ,Concierto para guitarra no. 1, Parábola (1973), y Tarantos (1974). Este periodo incorpora el uso del serialismo, el dodecafonismo y los modos seriales abiertos que en la época se consideraban avante garde y que en parte son inspiración de compositores que escuchaba con predilección como Luigi Nono y Iannis Xenakis.
Su último periodo es prácticamente en su totalidad minimalista, nunca yendo tan lejos como Steve Reich, pero una exploración de este estilo resulta evidente. Brouwer lo describe como el desarrollo de un sistema modular. El decamerón negro (1981) probablemente el primero en este estilo la Sonata (1990), Paisaje cubano con campanas (1986) y Hika (1996) en memoria del compositor japonés Tōru Takemitsu es la más reciente.
Así como composiciones originales para guitarra, Brouwer es un ávido arreglista de otros compositores como Elite Syncopations y The Entertainer de Scott Joplin, o Fool on the Hill de The Beatles (Lennon/McCartney) entre muchas otras que ha arreglado para guitarra sola.
Entre sus obras encontramos gran cantidad de piezas para guitarra, varios conciertos y más de cuarenta obras musicales para cine. Leo Brouwer tiene una activa participación en la organización del Concurso y Festival Internacional de Guitarra de la Habana.
Es además fundador del Grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos ICAIC. En 2009 mereció el Premio Nacional de Cine 2009 por su fecunda vinculación con la cinematografía de la isla, que enriqueció con partituras memorables, y en 2010 se hizo acreedor del Premio Tomás Luis de Victoria. Ha ocupado varios cargos oficiales en Cuba, incluyendo el de director del Instituto de Cine del Departamento de Música de Cuba.
BROUWER Leo
n. 1939 en La Habana, Cuba
Guitarrista, compositor y director de orquesta cubano, figura relevante que marca un hito en la historia de la guitarra.
Nacido en el seno de una familia amante de la música, es su padre, que había estudiado guitarra con González Rubiera, quien lo inicia en los primeros secretos del instrumento. Su madre tocaba distintos instrumentos en una orquesta femenina y había sido solista con Ernesto Lecuona, al que estaba emparentada.
En época difícil para subsistir, entre 1953 y 1955 realiza Brouwer estudios intensos de guitarra con Isaac Nicola y hace los exámenes en un conservatorio privado, donde se gradua en corto tiempo, haciendo siete u ocho años de estudios en tres.
“El hallazgo de Nicola fue de gran impacto para mí, recuerdo como si fuese hoy, que tomó la guitarra y tocó música que era la primera vez en mi vida que yo oía. Era de Gaspar Sanz, Luis de Milán y posteriormente Fernando Sor y Tárrega. Cuando aquello yo tenía catorce años y había empezado el estudio de la guitarra con mi padre, que era aficionado pero en pocos meses había vencido lo que él me podía dar.”
Tras la formación del guitarrista, nace el compositor, que habría de aportar una música nueva y trascendental. Sus primeras piezas son: “Preludio”, de 1956, “Pieza sin título”, “Recitativo”, “Danza característica”, “Cuatro micropiezas”, que estrena en 1957 junto a Jesús Ortega, a dos guitarras; “Homenaje a Falla” para flauta, oboe, clarinete y guitarra; “Tres danzas concertantes”, etc.
En 1959 Brouwer se traslada a Nueva York como becario del Gobierno Revolucionario, y allí asiste a las clases de la “Juilliard School of Music” y der “Hartford University Music Department”, donde estudia con Stefan Wolpe, Isadora Freed, vincent Persichetti, J. Diemente y otros maestros. En Nueva York sólo está unos pocos meses. En 1961 es nombrado director del Departamento Experimental del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica y profesor de armonía y contrapunto del Conservatorio “Amadeo Roldán” de La Habana. Es asimismo invitado al V Festival de Música Contemporánea “Otoño Varsoviano” de la capital polaca, el cual le causa un impacto tremendo e influirá decisivamente en sus producciones futuras y en la música cubana de vanguardia.
“... El estreno del “Homenaje a las víctimas de Hiroshima”, de Paderewski, las ejecuciones de los Konstarski o el flautista Gazzeloni, el “Zyklus” de Stockhausen tocado por Caskel y los tantos otros momentos del evento, me causaron un impacto tremendo. No era la novedad del mismo (recuerdo haber hecho circular en La Habana, cuatro años antes, las grabaciones recién salidas de Stockhausen, Boulez, Feldam...), sino la continuidad del contacto, la saturación necesaria de nuestro oído. A mi regreso a Cuba, en una audición comentada, se dio el mismo caso con varios de mis colegas, que se enfrentaron con aquel hecho sonoro trascendente.” Dos años después, Brouwer se desempeña como maestro de composición y es asesor musical de la radio y la televisión nacionales. Es también, junto con Juan Blanco, Carlos Fariñas y otros, uno de los primeros músicos cubanos que asume en su país la vanguardia, que emplea el sistema aleatorio en sus composiciones y, sin duda, el que mayor resonancia alcanzará a nivel internacional. Siguen apareciendo sus obras entre tanto, a cual más significativa: “Elogio de la danza”, “Canticun”, “La espiral eterna”, “Concierto para guitarra y pequeña orquesta”, etc.
Presente como intérprete y compositor de primer orden en los festivales de Aldeburgh, Arles, Avignon, Berlín, Caracas, Edinburgh, Martinique, Munich, París, Roma, Spoleto, Toronto y, practicamente de todo el mundo también como director de orquesta, impartiendo “master classes” o presidiendo jurados en certámemes, con él la guitarra se enriquece con una gama de nuevos procedimientos técnicos y estéticos; incluso, a veces, extraguitarrísticos, pero que no obstante van a incidir en el desarrollo expresivo del instrumento; sus búsquedas lo llevan a veces a utilizar
afinaciones no convencionales y también a transformar las estructuras compositivas, con el fin de escribir para ella como si se tratase de una orqiesta.
En 1975 viaja a Rusia y Húngria para participar en las Jornadas de Cultura Cubana, y en 1978 reune en torno a su personalidad a renombrados guitarristas llegados a La Habana con Motivo el “Encuentro de Guitarristas de América Latina y el Caribe”.
(Radamés Giro, "Leo Brouwer y la guitarra en Cuba”)