Concertista argentina  de guitarra. Nacio en el  año 1918. Notable caso de precocidad es el de la niña Elsa Molina, discípula del profesor R. Amadeo Videla; quien, con su inteligencia y  constancia la  llevó, en un período reIativamente corto a  un grado muy  adelantado. Por no incurrir en entusiasmos, muy lógicos en el caso de la Melina, que podrían parecer exagerados, nos remitiremos a las letras de molde dedicadas a su justo mérito por la prensa de la capital federal: ''Sus manitas extraordinariamente ágiles, cuyos movimientos eran  acompañados por la expresión cambiante de  sus grandes y vivaces ojos negros, nos hicieron gustar: desde un minuete de Sor hasta el Pericón Nacional, desde  la barcarola sentimental hasta el tango profundamente criollo. Y contribuyó al encanto  del momento, que abrió un paréntesis a las tareas diarias de nuestra casa, la pequeña silueta de la ejecutante, en la que todo era infantil,  menos su cabecita de artista. Se trata de la niñita Eisa Molina, de diez años de edad y con solo dos y medio de estudios No caeremos en la vulgaridad de afirmar que es ttna criatura prodigio. La seriedad de su árte le impide las  exageraciónes comunes y perjudiciales, para quien le está reservado un futuro artístico brillante. Afirmaremos sí, que es un caso él sombroso de técnica y de interpretación. La guitarra,en  manos de la pequeña Eisa, reivindica los prestigios del gran instrumento. Llama primeramente la atención la colocación clásica de la mano, casi cerrada, pero con una fortaleza y agilidad en los dedos que permite  las  más sutiles variaciones del tono; luego la interpretación  cabal, cierta, producto de un estudio serio  de la música y de una comprensión natural de ártista" ( ''Crítica'', Buenos Aires, 22..III..1929). Corroboró estas líneas, unos meses después su franco triunfo, al ser presentada en audición pública el 5-XI-1 929, en el salón ''La Argentina'', de la capital federal, realizando un recital en el que vertió trece obras de un programa constituído por tres partes, cón autores como Sors, Aguado Tárrega, Sagreras, A. Sinópoli, Arcas, Casinelli y Allende, y por el que cosechó calurosos aplausos y  justos juicios críticos que le servirán, seguramente, para llegar a la meta quese han propuesto  maestro y discípula.

Diccionario de Guitarristas. Domingo  Prat (1934)