Concertista de guitarra. Nació en la ciudad de La Plata, el 17 de Marzo de 1896. Inició sus estudios de guitarra siendo muy joven. En el año 1914, ingresó a la academia que tenía establecida en esa ciudad, el notable ejecutante Avelino Banegas; más tarde continuó bajo la dirección del profesor Arnold del Giorgio Gutiérrez, egresando de la "Academia Banegas" y continuando más tarde con el que suscribe, en carácter de perfeccionamiento. Castro ha realizado varias audiciones y toma· do parte en innumerables actos artísticos. Recordaremos su actuación en el salón La Argentina", de Buenos Aires, en el "Cine Ideal" de La Plata los años 1924-25-26 y en el "Teatro Reina Victoria", de Pergamino. En esta última localidad realizó un recital el 29 de Abril de 1925, alcanzando un franco éxito por parte del numeroso público que asistió y de los rotativos que se ocuparon con especial consideración de dicho guitarrista. La pulsación de este ejecutante es de un timbre suave y delicioso, cua·lidad que le distingue entre los mejores. Domina a la perfección las obras más difíciles para su instrumento, distinguiéndose scbre todo por el sentimiento que sabe imprimirles. Estas cualidades se pudieron apreciar durante su actuación en "Radio Extensión Cultural ( L. T. 24) de La Plata, en los años 1930-31 . .
Su última presentación, en la capital de la Provincia de Buenos Aires (24-X-1931), en el Teatro Argentino, tuvo caracteres consagratorios para el joven concertista. Esta audición fué organizada por la prestigiosa Biblioteca Musical "Verdi", y en ella vertió Castro un ecléctico programa compuesto por obras de Sor, Tárrega, Banegas, Granados, Albeniz, etc. Con respecto a su actuación, dijo el diario "El Día", de La Plata, en fecha siguiente a la de la audición: "A poco que Castro iniciara su repertorio, pudo no darse su trabajo concreto, sobrio, preciso, en materia de técnica. al mismo tiempo que hubo de mostrarse intérprete vibrante cuando tocaba poner de relieve el colorido de las composiciones. "La hermosísima "Granada" de Albeniz, y el no menos emotivo "Recuerdos de la Alhambra", de Tárrega, fueron sin duda lo más intenso c:ue exhibió Castro de su lirismo. "Matizando sus trabajos, poniendo una nota típica, muy nuestra. fué la Zamba de la rapsodia de aires criollos y la Vidalita de A. Banegas. etc., todo animado por la cadencia que lo caracteriza y que hizo más gratas al oído músicas de por sí bellas. al contagiarlas en el ritmo que nos es familiar como medio de expresar sentimientos y emociones''. Leandro Castro poseyendo la carrera de agrimensor, ha preferido inclinarse al profesorado de la quitarra, sobresaliendo por sus buenas condiciones de didacta
Diccionario de Guitarristas. Domingo Prat (1934)