Payador guitarrista de las márgenes del Río de la Plata. Admiraba su rápida concepción para improvisar y su facilidad para las payadas de contrapunto, que lo tuvieron como el máximo cultor y maestro. Días enteros pulsaba la guitarra junto con otros adversarios, cantando sus improvisaciones tanto más difíciles, cuanto que eran contestaciones rápidas a ladinas preguntas. Rodolfo Senet, en un interesante artículo sobre la personalidad de Gabino Ezeiza, publicado en el diario "La Prensa" (24-VI-1928) , cuenta que en cierta oportunidad, en un espectáculo público llevado a cabo en el teatro Politeama de Buenos Aires, se pasó exprofeso un film .exclusivamente de paisajes, y que a medida que las imágenes se iluminaban en el telón, Gabino describía en medidos versos cuanto veía, acompañándose en su rápida improvisación con el floreo musical que arrancaba a su guitarra, y agrega Senet:
"No obstante ser la primera vez que cantaba en esta forma, en cuanto aparecía la vista, súbitamente salía el primer verso, y los otros restantes le seguían sin interrupción. A medida que componía se excitaba, y, como los pugilistas y luchadores, comunicaba su entusiasmo al público, que, no contento con aplaudirle estrepitosamente, con vehemencia le gritaba. Nosotros, entonces, involuntariamente, caíamos en el vértigo de la velocidad, y comenzamos a pasarle las vistas de una manera tan rápida que no le dábamos tiempo para que las pudiese analizar. No había terminado una cuarteta cuando tenía delante de los ojos una lámina distinta, hasta que, en una de esas, con una facilidad inaudita, terminó la estrofa cantando estos dos últimos versos, únicos que en este momento puedo recordar":
"No las pasen tan ligero
que no puedo improvisar . . . "
Gabino Ezeiza, a igual de los legendarios payadores argentinos y uruguayos, era trashumante consuetudinario. En la campaña de la Provincia de Buenos Aires, no dejó pulpería sin visitar y no hubo parroquiano que no le escuchase sones En pleno corazón de la ciudad sus improvisadas payadas llevaron el encanto de su espíritu inquieto . Fueron muchos los buenos guitarristas que se hicieron cita para escuchar a Gabino Ezeiza: Pero M .Qui jano. Juan Alais, García Tolsa y otros muchos que se reurnian, a la vez, para hacerse oír, en el negocio de Raconi - calle Perú y Garay- , o en la "Berbenita", calle Belrano y Saavedra- , rincones que la historia los precisa como cuna de muchos guitarristas y cantores que allí recibieron el primer impulso cordial -por espíritu emulatorio- a pulsar el instrumento . Gabino, Higinio D. Cazón y Pablo Vázquez, con quien el moreno Ezeiza sostuvo las más formidables payadas, que uraban varios días, son los rapsodas legendarios transplantados con las características que la monotonía de la Pampa ha impreso en sus hijos. Nosotros, que conocimos y trabamos buena amistad con este insigne payador, en casa del profesor Sinópoli, en San Isidro, año 1909, nos admiramos de su gran don de gentes y su intachable caballerosidad, que contrastaba con su vida errante donde se adquieren toda clase de brusquedades en el decir, en el obrar, en los mismos hábitos de la personalidad. Igualmente, en casa de Sinópolí, comprobamos sus grandes dotes guitarrísticas de intérprete y ejecutante, valoradas por su condición de autodidacta como todo buen payador. El pueblo de las márgenes del Plata ya ha formado su trilogía vernácula con Martín Fierro, Santos Vega y Gabino Ezeiza, quizá el único personaje real de los tres . Gabino murió el 12 de Octubre de 1916.
Diccionario de Guitarristas. Domingo Prat (1934)