MARIO ESCUDERO VALERO, guitarrista de flamenco, más conocido en el mundo entero en la historia del arte de la guitarra flamenca con su propio nombre artístico de MARIO ESCUDERO, nació en Alicante el día 11 de octubre del año de 1928, murió en Miami (EEUU) el día 19 de noviembre de 2004. Siendo niño se trasladó a Madrid para estudiar guitarra. En sus comienzos actuaba con el nombre artístico de Niño de Alicante. Su primer concierto tuvo lugar en Burdeos /Francia), en el Cinema Galia, en 1937, cuando tenía nueve años, siendo presentado por Maurice Chavalier. En Madrid debuto en 1944, en el Teatro Español junto a Vicente Escudero, Ramón Montoya y Jacinto Almadén, A partir de entonces, viajo por toda la geografía española formando parte de elencos flamencos y acompañando al cante a Tomas Pavón, Niña de los Peines, José Cepero, Antonio Mairena, Juanito Mojama, El Sevillano, Canalejas de Puerto Real, Pepe de la Matrona, Pericón de Cádiz y otros muchos intérpretes de la época; viajando después por Europa y América, con las compañías de Carmen Amaya, Vicente Escudero y Rosario y Antonio.
Tras una de sus giras por los Estados Unidos con Vicente Escudero, decidió quedarse en Norteamérica, ofreciendo recitales como solita, obteniendo un gran éxito a partir de 1955, fecha de su primera actuación en el Carnegie Hall neoyorkino y principio de sus grabaciones discográficas que rebasan la treintena de volúmenes. Su música flamenca ha sido utilizada como fondo musical de numerosas películas, entre ellas Café cantante, Brindis a Manolete y Jalisco canta en Sevilla.
Su fama se ha extendido universalmente y se le considera uno de los más destacados guitarristas flamenco de conciertos. En 1984, volvió a España para ofrecer un concierto en la III Bienal de Arte Flamenco Ciudad de Sevilla y, en 1985, reapareció en Madrid participando en la III Cumbre Flamenca, celebrada en el Teatro Alcalá Palace. Estuvo casado con la bailaora María Amaya, y actualmente lo está con otra bailaora, Anita Ramos, natural de Arizona. Desde hace varios años reside en Sevilla, donde tiene abierta una academia de guitarra. Transcribimos a continuación una serie de opiniones sobre su personalidad artística: Walter Terry: <<Mario Escudero es decididamente un virtuoso de la guitarra>>. John Martin: <<Mario Escudero, un guitarrista de primerísima clase>>, V. Slavsky: <<Escudero literalmente arrolla y sorprende al oyente con su poderosa técnica, su profundo conocimiento de la guitarra y su arte>>. Agustín Gómez: <<Mario Escudero es concertista, y esta clasificaron está determinada muy especialmente por el hecho observado en sus técnica maravillosa>>. En 1987, se le concedió el Premio Nacional de la Catedra de Flamencología.
Durante uno de aquellos viajes a América decidió no volver. Allí ganó fama como solista y actuó en el Carnegie Hall de Nueva York en 1955 y entabló una gran amistad con Sabicas. Por su relación con el pamplonica entró en contacto con Paco de Lucía, a quien ofreció algunos conocimientos. En 1984 regresó a España para actuar en la III Bienal de Flamenco de Sevilla, donde permaneció algún tiempo y montó una academia. Sin embargo, su flaqueza económica le obligó a volver a Estados Unidos, donde hasta su muerte ha estado aquejado de Parkinson.