Este famoso vihuelista nació en Navalcarnero, limítrofe a Madrid. Ciego como Salinas, Cabezón, Nasarre, Pablo Bruna ( el " ciego de Daroca ) . Era músico de la Marquesa de Tarifa, y . . . postillón, caso que maravillará al lector. Un contemporáneo suyo, el P. Zapata, da fe de este último detalle hablando De habilidades de los ciegos, en su curiosa Miscelánea ( volumen XI del Memorial Histórico Español ) : "Y otro Fuenllana, ciego, cuando el rey de Bohemia gobernó a España, era postillón: que salia con los correos y caballeros de casa del maestro de postas, y les guiaba a su jornada y les tornaba a volver, y así no se podía decir: cuando los ciegos guían, guay de los que van detrás, sino guay de los que corren la posta".
Daremos a continuación estas lineas comentadas por el sabio musicógrafo Felipe Pedrell para después empezar con el tratado de Fuenllana.
. . . "El Libro Quinto es una de las partes más interesantes del tratado de Fuenllan?. Nos encontramos en pleno folklore. Fuenllana, como todos los vihuelistas de su época, era músico cortesano que daba muestra de su destreza delante de un público de magnates. Los vihuelistas, viendo que las transcripciones de obras sagradas polifónicas no muy bien podían agradar al auditorio, tuvieron la idea de tomar los temas de otras obras bien alejadas del canto llano y de su desarrollo polifónico, y, al acudir a esta música dicha, con menosprecio, vulgar, no acertarían quizá que esta música iba a empujar el arte general con su transformación completa de la tonalidad, conduciéndola nada menos que a la armonía moderna. La música popular, a la que acudieron, favorecía el experimento. Pero les faltaba todo, y principalmente el arte de acompañar la monodia popular; el pueblo no lo ignoraba este arte, y los músicos cortesanos, imponiéndose a escucharla, aprendieron lo que no sabían, eso es, dar formas de acompañamiento · a la monodia utilizando la polifonía, reduciéndola y adaptándola a.l marco de la melodía popular. Así el gran historiador moderno Hugo Riemann, pudo asegurar en su Historia Universal de la Música:
"Las composiciones originales del siglo XVI. para instrumentos solos, salen escritas exactamente como si fuesen destinadas a voces de canto (y en realidad lo son, porque incluso las danzas de aquella época eran cantadas ) ; las composiciones escritas para el laúd e instrumentos parecidos ( tiorba, vihuela) . no son más que simples reducciones. Una excepción, quizá lá única, se encuentra en las composiciones rigurosamente polifónicas del español Miguel de Fuenllana, 1554: en éstas aun la voz superior aparece reproducida en toda la parte, mientras que en las otras voces sólo se conserva lo único que es puramente necesario, la cualdan fe indudablemente que empieza a nacer el acorde". Todo eso que · afirma Riemann, está muy bien observado, pero bueno es añadir que Fuenllana se encuentra en el mismo caso de independencia de creación ( hablando de formas de acompañamiento y de presentimiento del acorde) en que se encontraron sus antecesores y tratadistas del mismo género de música, Luis Millán, en 1535, Luis Narvaez en 1538, Mudarra en 1556, Fray Juan Bermuda en 1548, Enriquez de Valderrábano en 1547, Diego Pisador, maestro de vihuela de Felipe II, en 1552, y otros. Habría material de estudio suficiente, sólo examinando con toda atención obras como las de Fuenllana y de sus predecesores, en er aspecto de arte naciente de acompañar la monodia y las formas musicales derivadas, como las estudia y profundiza toda la musicografia europea; pero hay aun otros motivos de estudio para hacer interesantes dichas obras: aparte de lo dicho, el de la tonalidad y la constitución del acorde, que tienen significación y personalidad, preludian el advenimiento del periodo moderno de la armonía en que nos encontramos, históricamente hablando; lo folklórico de la canción y de la danza, que nos ha conservado todo un legado popular antiguo ( villanescas, villancicos, cantarcillos, madrigales, ensaladas, tonadas de romances viejos, etcétera); lo bibliográfico de un verdadero romancerillo viejo, que ya indicaron a la atención de los estudiosos los discretos anotadores de Ticknor, los señores Gayangos y Vedia, trabajo de reintegración que nadie se ha tomado la molestia de emprender, sin contar las numerosas composiciones perdidas que las transcripciones de los vihuelistas nos han conservado y que forman toda una base de reintegración y rehabilitación histórica artística nacional".
El conde Morphy, educador y después secretario que fué del rey de España Alfonso XII, publicó el año 1902 un trabajo digno de alabanza, pero se ve en ello la ausencia del hombre músico para profundizar los tratados de los vihuelistas españoles y da pena que este conde tan culto pusiera un manto de otro santo al prólogo de su obra hablando de la guitarra, mientras que lo tratado era de vihuela. . . así fué, este trastrueque lo hizo el maestro Gevaert que nos ha demostrado que sabe mucho de otras cosas, pero en historia, es de lamentar que no distinga la vihuela de la guitarra.
Entre los "auisos" de técnica especial del instrumento de que trata, hay algunos que tienen relación con la técnica de la composición referente a la transcripción de las obras polifónicas adaptadas a un instrumento de recursos tan limitados como la vihuela, que en casos determinados eran una verdadera temeridad, para ellos, téngase bien entendido, aunque no lo parezca a nosotros los modernos cuando buscamos en tales obras una de las cualidades que les hacen tan interesantes, y es el nacimiento de las formas acompañantes de la voz, que son el origen de las modernas. Decimos una de las cualidades de estas obras, porque poseen otras que anotaremos en su oportunidad. Puesto el autor en tren de facilitar con el detalle, determina adoptar dos letras (la F. y la D.) para que el ejecutante pueda graduar la facilidad o dificultad de cada pieza y "con prudencia cada uno elija la música que sus manos puedan tocar". Otro aviso: "en algunas composturas y fantasías, se baxa la sexta un punto de tono". Y este: "No pongo glosa todas vezes en las obras compuestas, porque no soy de opinión que con glosas ni redobles se obscurezca la verdad de la compostura... "
-Del orden y fantasías que en este libro se ponen. Explana con más extensión lo que ya expuso en el prólogo; tomando nota de lo que dice sobre la quinta y sexta parte: "En la quinta parte se cotienen Strambotes, madrigales, sonetos en lengua toscana y en la nuestra; villanescas y villancicos a tres y a cuatro, música por cierto muy digna de todo estudio, pues no solo aprouecha para el taner galano y de buen aire, pero aún también para adquirir el verdadero artificio de la compostura: algunos romances viejos por no incurrir en desgracia de los que son amigos deste majar. En la sexta y última parte se ponen tres ensaladas Justa, J?omba y Jubilate, co algunas fantasías y obras compuestas para vihuela de cinco órdenes: lo mismo para guitarra. No se le puede negar el loor a estas obras, pues sin duda las dichas ensaladas tienen excellencia en la letra y singularidad en la copÓstura. Buen testigo será desto el que tratare de gustar con libertad deste potaje".
-De los redobles. Los autores antiguos españoles entendían por redobles lo que nosotros denominamos signos de ornamento, apoyatura, mordente, grupetto.. . El autor explica la técnica expresiva de estos adornos aplicados a la vihuela. -Del tañer con limpieza. Enumera los avisos que son del caso. -De los tonos. Explica los ocho tonos y cuáles son "perfectos, pluscuaperfectos, mixtos o irregulares", y dice que "me pareca cosa razonable poner al fin deste libro ocho tientos dentro de cada uno de los ocho tonos que ordinariamente se suele usar". -Al lector. Le recomienda su libro y "la gradeza del cuydado y trabajo que de mi parte se aura puesto para sacar a luz semejante obra, como yo carezco de ella desde los primeros años de mi niñez.. .
-Declaración de la cifra.-Síguense seys tablas de las seys partes deste libro. Soneto de Benedito Arias Montano.-Martini a Montesdoca carmen in laudem Michaelis a Fuenllana artis musicae, E. lyrae peritissimi, qui Diuinam potius, quam Orphaean condidit lyram. En el epigrafo, la vihuela Montesdoca la titula Lyra, y, en lo texto de la poesia, Cithara.-Aiud eiusdem ª1 musicos.-Joannis Chirosy prcesbyteris carmen.-Joannis c;umeta patricii Hispalensis carmen...)
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