Guitarrista español, nacido en Siete Aguas, provincia de Valencia. Desde muy joven fué amigo y admirador de Tárrega; más tarde, cuando sus estudios universitarios se lo permitieron, decidió dedicarse a la guitarra, siendo discípulo de su gran amigo. Por el año 1880 se radicó en Barcelona, cultivando con entusiasmo el instrumento, lo que le atrajo la amistad del profesor Magín Alegre (ver), quien a su vez presentó al joven médico toda la pléyade de guitarristas con quienes se relacionaba, siendo desde entonces el doctor García Fortea el más asiduo concurrente a la trastienda del farmacéutico Canuto Estarriol o en casa de José Tey, donde se improvisaban animadas reuniones guitarrísticas a las que, entre otros, a más de los nombrados, concurrían Julián y Manuel Arcas, éste residente en la ciudad y el gran guitarrista Federico Cano, que oficiaba en Barcelona de vista de Aduana.
Su condición de médico del ejército español hizo que periódicamente se ausentara de la ciudad condal y hasta de España, con destino a Cuba, lo que no fué impedimento para que su gran amistad con Tárrega prosiguiera cada vez más intensa, por lo que resolvieron vivir juntos en Barcelona. Desde entonces la casa en que vivía Tárrega fué el punto de reunión de todos sus admiradores que acudían a las primeras horas de la tarde hasta las 19 horas, en que García Fortea de su piso descendía al de su maestro, para interpretar las obras a dos guitarras que tenían en estudio. Invariablemente esto se repetía todos los días, mas en los últimos años del maestro, cuando por su enfermedad tuvo que cortarse las uñas, si alguna armonía existía en la interpretación conjunta de ambos amigos, fué quebrada por la evidente disparidad de sonido que el hecho del distinto pulsar provocaba. El repertorio que ambos tocaban a dúo, y que recuerdo de tanto habérselos escuchado, era este: Obertura, Pastoral, Sueño del inocente y Carillón, del Arlesienne, de Bicet; Adagio del Septimino, de Beethoven; Minueto de la 2ª Sinfonía, de Mozart; Andante, de Haydn; La Colombe, de Gounod; Poeta y aldeano (Sinfonía), de Soupe; Oriental (Cantos de España), de Albéniz; Alborada Gallega, de Veiga; Serenata Morisca, de Chapí; La Hilandería, de Mendelssohn, etc. Como puede verse, este repertorio no era nada original; la mayoría son motivos operísticos que no favorecen en absoluto a la guitarra: he aquí el error de Tárrega y en el que por mucho tiempo persistieron sus discípulos y persisten algunos otros, convencidos de la bondad guitarrística de estas obras, que el mismo García Fortea me elogió en una carta fechada en 1928, llena de recuerdos del tiempo viejo.
"...Yo no admito bajo ningún concepto la transcripción de temas de óperas o de trozos sinfónicos a la guitarra; ni esta música ni el instrumento se benefician con ello; ahora obras de piano a la guitarra, estimo que es cosa más aceptable, dentro de una medida correcta. García Fortea ha dedicado su vida guitarrística por entero a la transcripción, sin producir nada original".
Tiene cincuenta y tantas transcripciones de obras de Albéniz, de quien pretendía trasladar toda su producción: de éstas algunas están publicadas. En su larga vida y por sus muchas bondades, obtuvo el doctor Severino García Fortea los siguientes títulos y honores: Licenciado de Medicina y Cirugía. Capitán de Infantería del Ejército Español. Médico provisional del Cuerpo de Sanidad Militar, y las condecoraciones de la Cruz Roja del Mérito Militar. Cruz Blanca del mérito Militar. Cruz de San Hermenegildo y Medalla de la Campaña de Cuba. El entusiasta amigo de la guitarra falleció en Barcelona el 4 de Enero de 1931".
Diccionario de Guitarristas. Domingo Prat (1934)