Célebre poeta español. Nació en la bella Córdoba el 11 de Julio de 1561. Francisco Argote, corregidor de Madrid y otras ciudades, - bien distinguido y apreciado en leyes- fué padre de Góngora. ¿Por qué no se llamó Argote el que nos ocupa y adoptó el apellido de su madre, Góngora, Leonor? Dejemos la dilucidación de este interrogante, a los historiadores de la literatura, que tal vez, nos pongan al tanto de muchas cosas de su vida familiar. Recordémos, únicamente, que se ha repetido el caso de Espinel {ver) . Marciano ( ver "El . . . ) , etc. Góngora, el divino, "que en el camino del buen gusto nadie le aventajó en ingenio'', como poeta siempre brillará entre los grandes exponeptes de todos los tiempos .
Fácil es decir ésto, por lo mucho y mejor que ya se ha dicho, basta dar una ojeada al torno XXXII de la "Biblioteca de Autores Españoles", de Rivadeneyra, para verlo en toda su amplía personalidad poética. Agregaremos, los amantes de la guitarra, que muchas de sus bellas poesías tuvieron una directa inspiración en la guitarra, y cuántas veces n o había exteriorizado un particular estado de ánimo en el cordaje del instrumento, antes que lo estampara en las metáforas de sus poemas.
Francisco A. de Icaza, el talentoso poeta mexicano, registrando varios códices de la "Biblioteca Nacional de Madrid", encontró entre varios poemas del maravilloso cordobés, unos folios, con notación cifrada del siglo XVII, moviendo más la curiosidad de caza. Ya sabemos que Góngora fué a Salamanca a estudiar música y esgrima, y con el aporte de este dato, el escudriñador mexicano encontró en dicha Biblioteca, en un manuscrito registrado con el Nº 4118, folio 433 del códice tras de una hoja en blanco, tres· obras: "Jácara'', "Gallarda" y "Rondeña", que fueron puestas en notación moderna por el mismo que traspuso las de vihuela, de Milán, el musicógrafo Lorenzo González Agejas. Se le culpó a Góngora, ante el obispo de Córdoba, -y sirva esta acusación de nuevo ejemplo, - de vivir "muy a lo mozo". concurrir a fiestas taurinas en la Plaza de la Corredera, y escribir coplas oara comedias, las que sequramente él hacía saborear "dentro de mi casa donde vienen corno a la de cuantos hombres honrados suelen, y más a la mía por ser tan aficionado a la música''. Esta propia declaración afirma todo lo dicho, y aquí encontramos, en éstas sus cuartetas, al ejecutante:
"En mi aposento . . . Una guitarrilla tomo, Que como barbero templo Y como bárbaro toco".
Y esta otra donde dice:
" ¡Qué de medias noches Canté en mi instrumento. «Socorra, señora, Con agua mi fuego»!"
Tenemos ya a Góngora guitarrista; por cierto que como ral. bien poco se pondera; "condición de sabio es ésta que el necio con demasía ostenta". La guitarra que usó el gran poeta de Córdoba, fué como la actual, de seis cuerdas, con la misma afinación de MI-LA-RE-SOL-SI-MI. que con este temple y el de LA-RE-SOL-SI-MI-LA, se tocaba en España e Italia. Bien claro nos lo afirma Juan Bermudo en su "Libro de la Declaración de instrumentos", publicado en 1548. Si Bermudo nos dá los dos temples anorados, lo mismo a la "vihuela cortesana" que a la "guiiarra del pueblo", notorio es que no fué Espinel (1550- 1624), el inventor de la quinta cuerda, y bueno es destruir el "lapsus" en que incurrieron Nicolás Doyzi de Velazco en su "Nuevo método de cifra para tañer la guitarra", 1630; Gazpaz Sanz en su '.'costrucción sobre la guitarra española", 1647; así también Lope de Vega en "La Dorotea", acto 10 escena 8, y Cristóbal Suárez de Figueroa en "Plaza universal de todas las ciencias", 1615 . Luis Góngora Argote falleció en Granada el 23 de Mayo de 1627, ó sea tres años después del "único en el arte de la guitarra": el maestro Espinel.
Diccionario de Guitarristas. Domingo Prat (1934)