Andrew “Jr Boy” Jones nació en Dallas el 16 de octubre de 1948. Su madre, Gladys Jones, era cantante en un grupo de jazz, The Southern Swingsters, que dirigía el manager y saxofonista Adolphus Sneed, abandonando la música cuando nació su hijo, mientras que su padre era un enamorado de Little Walter. Ambos se separaron cuando Andrew había cumplido 7 años. Sneed, buen amigo de su madre, regaló a Andrew una Gibson Archtop cuando éste debía andar por la edad de 13, asegurándola “Tu hijo será músico”. Demasiado buena, además de cara, al chaval no le duró mucho por lo que el mentor le volvió a comprar otra mucho más resistente, en esta ocasión una Supro.
En los años de su adolescencia, Big Joe Turner frecuentaba la ciudad, Lowell Fulson habitaba en South Avenue, T-Bone Walker también se encontraba por esos parajes y Freddie King llevaba viviendo allí desde 1963. A dos pasos de su casa vivía un tipo que conocía a The Thunderbirds, el grupo que acompañaba a King, y un día lo invitó a ir con él para presentarle a los músicos. Andrew tenía escasamente 16 años. Desde aquello continuaron viéndose para tocar juntos hasta que unas semanas más tarde se acercó Freddie King al lugar donde se reunían. “Freddie, éste es nuestro nuevo guitarrista. Se llama Junior Boy”, le presentaron. El coloso le miró y dijo “¿Junior Boy? Querrás decir Little Boy”. Al escuchar esto Andrew se fue empequeñeciendo, completamente turbado, pero continuaron ensayando. Entonces Freddie, mirando a la guitarra que su madre le había comprado en una casa de empeños, le dijo “Little Boy, ¿qué es eso que tienes ahí? Pásamela”. Se puso a tocarla estirando y soltando las cuerdas hasta que se rompieron y salieron volando por los aires. Andrew se sintió aún más pequeño que antes. Nunca olvidaría aquellos días en que tocó con Freddie King, le dejaron huella, sobre todo una de sus puestas en escena. Con la correa al hombro, balanceaba la guitarra y con un golpe de talón se la volvía a colocar a la vez que agarraba el pie del micro y lo hacía resbalar a lo largo del mástil para detener con un golpe a la banda. Con 10 años menos que el resto del grupo, tocaba la rítmica y en el primer pase Freddie le permitía hacer un solo.
(Single "Sweet Taste of Love" - con el permiso de Trinity River Music)
Jones ya comenzaba a hacerse notar en la escena musical de Dallas y acabaría dejando a Freddie al recibir una oferta de Bobby Patterson, cantante que tenía un grupo de R&B bajo los auspicios de John Abner, patrón de Abnak Records. Fue una oferta que no pudo rechazar puesto que Bobby Patterson poseía además mucho dinero y era propietario de una casa con un sótano convertido en sala de baile donde todo tipo de instrumentos estaban disponibles gratuitamente, y esta situación era un cuento de hadas para un chico de la edad de Andrew que no había cumplido aún los 19. Se hacían llamar “The Mustangs” y el primer single que grabaron para el sello Jet Star, subsidiaria de Abnak, se llamó “Let Them Talk” y quien se encargó de la producción fue Dale Hawkins, el creador de Suzie Q. Ésta fue su primera experiencia con un productor pero las cosas no funcionaron bien porque eran, según él, muy jóvenes y muy salvajes y aunque era una situación ideal su falta de madurez les pasó factura. No deja de ser paradójico que más adelante acabaría siendo el productor de sus propios discos. Hoy en día sigue conservando un grato recuerdo de aquella situación: “Fue una gran experiencia, aprendí muchísimo con Dale Hawkins”. Bobby Patterson continuaría grabando para Jet Star hasta 1970 pero la mención a The Mustangs desapareció después de 1968.
Una noche que Jr. Boy estaba tocando en un club escuchó una voz que decía “Hey, Little Boy”, era Freddie King. Había firmado un contrato con Shelter y, devenido en superstar, estaba viajando mucho y actuando en grandes estadios, compartiendo escenario con grupos de rock como Rare Earth, Grand Funk Railroad o Earth, Wind & Fire. The Texas Cannoball le propuso que se volviera a unir a su banda y la respuesta fue obviamente afirmativa, permaneciendo con él hasta 1975, un año antes de su fallecimiento. En Austin, la capital del estado de la estrella solitaria, existía un antiguo edificio construido en 1948 y que en su momento fue utilizado como armería por la Guardia Nacional. Era The Armadillo en donde más tarde se habían celebrado arrasadores conciertos de rock, entre otros con Elvis Presley y Jerry Lee Lewis. La sala tenía una capacidad para 1.500 personas pero para los conciertos de Freddie King no había demasiado espacio para moverse. Una selección de los tremendos directos que tuvieron lugar en abril de 1975 en esta mítica plaza, aparecieron en el disco “Larger Than Life” editado por RSO y bajo la producción del trompetista Darrell Leonard. En el último corte, “Have You Ever Loved A Woman”, figura en los créditos Andrew Jones Jr. como encargado de la guitarra rítmica.
Tras su última etapa con King vendrían tiempos más duros en los que la plaga de la música disco y, en Texas en concreto, la moda perniciosa del “country progresivo” iban arrojando de los locales nocturnos al blues. Sus esfuerzos en ir ganándose la vida, le hicieron asociarse a una banda local de soul llamada The Soul Creators compaginándolo con un trabajo como camionero y en un almacén frigorífico. Aguantaron juntos 6 años, período en el que incluso sacaron un single para RCA en 1979 con un tema en la cara B, “Blame It On Me”, compuesto por Jones, single por el que han demostrado bastante interés coleccionistas europeos. En aquel entonces Jones sufrió un problema en la espalda que le incapacitó durante 2 años para seguir trabajando. A raíz de esta situación decidió ponerse seriamente a mejorar su técnica con la guitarra y según él, una de las personas que le ayudó en esta faceta fue el guitarrista de blues y jazz Cornell Dupree.
Dentro del “chitlin’ circuit” de Dallas, el Classic Club era uno de los lugares más codiciados por los intérpretes de música negra. Entre los asiduos a este club se encontraban R.L. Griffin, cantante, locutor de radio y propietario a partir de 1993 del club R. L. Blues Palace, Tony Coleman que fue batería con B. B. King y Bobby Bland y Russell Jackson, bajista durante 7 años igualmente con Riley B. King. En esa época Coleman formaba parte de la banda de Johnnie Taylor, el cantante de soul y R&B de Arkansas influenciado por Sam Cooke, quien alcanzaría cierto éxito grabando para Stax temas como “Cheaper to Keep Her”, cantante que no conviene confundir con otro arkanseño de nombre Little Johnny Taylor, el cual se haría célebre con “Part Time Love”. La superbanda de doce miembros de Johnnie Taylor, que incluía una sección completa de metales, apareció en Dallas y a ella se unió Jr. Boy permaneciendo unos dos años. Ray Sharpe y Little Joe Blue serían otros músicos con los que Jones compartiría escenario, en ocasiones en compañía de Coleman, el cual junto a Russell Jackson se había establecido en Sacramento, California, montando en 1987 el trío The Silent Partners.
Al poco se quedaron sin guitarrista por lo que decidieron ofrecerle el puesto a Jr. Boy que se unió a ellos a finales de año consiguiendo un trabajo en Los Angeles para acompañar a Katie Webster con quien estuvieron unos meses además de participar en la grabación de su álbum “The Swamp Boogie Queen” para Alligator.
Después de dejar a Webster estaban dando apoyo puntualmente a Sonny Rhodes cuando Charlie Musselwhite les propuso que le acompañaran en una gira con John Lee Hooker. La relación entre Andrew y sus dos compañeros se había ido deteriorando y, sin embargo, Musselwhite que estaba formando una nueva banda, le eligió sin dudar como guitarra solista. Esta asociación duró 8 años con el resultado de tres magníficos discos para Bruce Iglauer, “Ace of Harps”, “Signature” y “In My Time” así como el Blues Award de 1995 como mejor banda de blues del año (el premio comenzó a llamarse W. C. Handy Blues Awards a partir de esa fecha hasta que volvió a cambiar su denominación en 2006). “Me entregué a fondo y me dí cuenta de cómo todo iba rodando. De alguna manera yo era el líder del grupo y poco a poco lo iba siendo más” así que en la Nochevieja de 1994 decidió que había llegado el momento de establecerse por su cuenta y de común acuerdo con Musselwhite rompieron su asociación.
De regreso a Dallas consiguió entrar a tocar en el R. L. Blues Palace pues pertenecía al círculo de músicos de su antiguo conocido Griffin, con quien ya había grabado algún título para sellos locales. En la recopilación de Griffin “It Don’t Have To Be This Way” publicado por Black Grape, figura en nueve canciones, grabadas la mayoría en 1992, encargándose en ocho de la producción. Fue en el Blues Palace donde le contactó el productor inglés John Stedman que estaba interesado en grabarle para su sello JSP. Y he aquí entonces que Andrew Jones debe de enfrentarse a viejos fantasmas, su voz. Hubo una época en la que cantaba y en un show una mujer de entre el público se levantó y dijo “Sabes tocar muy bien esa guitarra, pero lo de cantar ya es otra cosa”. Cuando estuvo con Charlie en ocasiones tuvo que utilizar la voz y la crítica no le pasó una, así que decidió dejarlo. La verdad es que su voz es bastante curiosa y te puede parecer que suena, incluso hoy en día, con cierto tono desagradable. Intentó corregirla y entonces se encontró con la papeleta de ir a grabar un disco y ser consciente de que el vocalista iba a ser él mismo. Sabía que insistiendo mejoraría, que encontraría el punto y cada vez se va sintiendo más a gusto consigo mismo. Con un título bastante elocuente, “I Need Time”, fue lanzado en el verano de 1996. Técnicamente es un álbum a un nivel notable, el sonido es muy bueno y las canciones son originales, incluyendo un merecido homenaje a Freddie King con “Tribute To Freddie”.
Y ante la asignatura pendiente de la vocalización encontró la forma de hacerla, llamémosla, más práctica, encajándola bien en la atmósfera de cada pieza. Stedman se encontró con dificultades en la distribución en U.S.A. por lo que cedió la licencia a Rounder para que a través de su subsidiaria Bullseye se encargara de darle la adecuada campaña de promoción a nivel nacional. En 2005 JSP reeditaría el álbum. Todo ello le permitió realizar una extensa gira para así demostrar sus aptitudes y darse a conocer como líder de su propia “blues band”, en la que se encontraba su hijo Christole al bajo y el viejo colega de la época de Charlie Musselwhite, Tommy Hill a la batería. A lo largo del año siguiente encontró la oportunidad de participar como guitarra rítmica en la grabación de “The Man From Mars”, del guitarrista de Mississippi establecido en Los Ángeles Smokey Wilson, además de dedicarse a las tareas de producción, por decisión de Stedman, y ser el encargado de la guitarra solista en el disco debut para JSP del armonicista tejano Randy McAllister, con quien ya había coincidido y actuado en alguna ocasión cuando trabajaba en la banda de Musselwhite.
Tras el buen estreno con “I Need Time”, dos años más tarde aparecería su segundo disco “Watch What You Say” (Bullseye) con nueve temas originales y de nuevo encargándose de la producción. Con una banda base compuesta por el inseparable Tommy Hill, el bajo de Tommy Tucker y Ronnie Bramhall al órgano, incorpora vientos en tres cortes, circunstancia que no se ha vuelto a repetir. Sobre este particular aclara que “llevar vientos a hacer una gira hubiera resultado muy costoso pero Rounder insistió en que los hubiera”. Ese año 1998 apareció nominado para los Blues Music Awards en la categoría de mejor artista nuevo de blues, premio que recaería en el armonicista Johnny ”Yard Dog” Jones. Jr. Boy terminaría abandonando Rounder, decidiendo entrar en el estudio para grabar su tercer disco para su propio sello Galexc. “Mr. Domestic” es un álbum magnífico y, en mi opinión, hasta la fecha su mejor trabajo, que reúne once canciones, todas ellas originales, cuestión nada baladí en lo que a blues se refiere. Su guitarra Gibson es más contundente, menos suave en sus tonos sin caer en lo incendiario. Las composiciones son sólidas, con aromas de muchos estilos, algún que otro “slow blues” y un cierto gusto a Johnny Copeland en la pieza que da título al disco.
Y en 2005 vemos por fin un álbum en directo para apreciar cómo se las gasta Andrew Jones en un escenario ante un público entregado la tarde del 10 de junio del año 2005, en el auditorium Deep Ellum Blues de Dallas. “Jr. Boy Live” fue editado por el pequeño sello de John Harris, 43rd Big Idea Records, establecido en esta ciudad tejana. Casi la mitad del repertorio del disco proviene de Mr. Domestic y aunque Jones continúa sin incorporar metales en sus discos, sí lo ha hecho con el “Mississippi saxophon” de Cheryl Arena. Esta armonicista de Boston, a raíz de un encuentro que tuvieron en Florida y a sugerencia de Jones, decidió trasladarse a Dallas y comenzar su colaboración con el tejano. Desgraciadamente estos dos discos pasaron bastante desapercibidos.
En 2009 Andrew firmó por el sello de Toronto Electro-Fi Records, publicando su quinto trabajo “Gettin’ Real” en 2010, y se ha convertido en algo inevitable y esperanzador que todas las composiciones sean propias y que la labor de producción haya vuelto a recaer, de manera premeditada, eso está claro, sobre sus hombros. En su opinión, este disco junto con “I Need Time” son los mejores. En cuanto a la banda, ha dejado de contar con Tommy Hill que ha emprendido otro proyecto por su cuenta aunque continúan siendo buenos amigos, por lo que echó mano de Jamil Byrom, joven y reputado batería tejano. Parece que el contacto entre Jones y la compañía canadiense proviene de la mediación de un fan con el presidente Andrew Galloway quien desde el primer momento decidió ser muy respetuoso y nunca dar la idea de que estaba haciendo un favor al músico. La grabación fue realizada en Texas por lo que el sonido compacto del disco no ha sido en esta ocasión responsabilidad de Alec Fraser, el habitual artífice del sonido Electro Fi. Veremos en un futuro si esta asociación se mantiene y qué ventajas puede obtener de ella nuestro músico tejano que se expresa perfectamente en los idiomas del blues, funk, soul y R&B, música llena de matices y muy personal. A fecha de hoy se encuentra en pleno proceso de composición de un nuevo disco que seguramente verá la luz este otoño.
Hace unos años, Andrew Jr. Boy Jones sentenció: “Muddy Waters y Howlin Wolf, aunque los escuches hoy en día, continúan estando de actualidad. En su época, lo que hacían no se había hecho nunca. Ellos fueron más lejos. No tengo intención de alejarme de las raíces del blues pero siempre se pueden desarrollar. No creo que sea necesario ser un tío de pueblo para tocar blues. Está basado completamente en la comunicación, lo interprete como lo interprete, porque yo lo he recibido de todos sus predecesores.”