Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

Biblioteca de la Guitarra y Cuerda Pulsada

Jiménez Manjón, Antonio (España, 1866 - Argentina, 1924)

Notable concertista de guitarra, profesor y compositor español. Nació en el año 1866 en Villacarrillo, Jaén ( España) , de donde también son hijos el actual profesor de guitarra de la Escuela Municipal de Música de Barcelona Juan Parras y el tan idolatrado artista A. Segovia. Hizo los estudios del instrumento que nos ocupa, con un discípulo de Aguado que residía en su pueblo natal, detalle que le oímos repetir más de una vez; pero bien podemos afirmar que, aunque gran amigo de la escuela de su maestro, Manjón fué un guitarrista autodidacta. Los primeros años de su carrera fueron doblemente tristes por falta de apoyo y por carecer de lo más preciado en la vida, la vista, sentido que perdió a los 13 meses de edad.

Sus interminables · rapsodias españolas y dilatados potpourris operísticos de aquella época, fueron vertidos poco menos que en la vía pública. Su colega David del Castillo le estimuló con sanas y desinteresadas orientaciones a seguir en su carrera artística, viéndolo bien pronto viajar por Portugal primero y después por Londres y París; donde s·e le aplaudió, reconociéndosele profunda inteligencia, buenos conocimientos musicales y no pocas cualidades de virtuoso. Tenemos a la vista un relevante testimonio de aquella época, que vamos a copiar y comentar, motivo de una audición realizada •en la capital de Francia. ..«Salle d"Aúditions», 46, Rue Richer. / Sábado 11 de Mayo de 1889, a las 8rf. / Concierto / que ofrece / Mr. G. Manjón / Guitarrista Español / quien ejecutará con la nueva guitarra de once cuerdas. (Traducción del francés). Programa: l.ª Parte. l. Segunda gran Sonata, Sor. II. Melodía. III. Fantasía Española ( Jota), ( las dos, obras de Manjón). 2.ª Parte. l. Andante y Rondó en Lit menor, Aguado. II. Adagio de la Sonata 14 . Op. 27, Beethoven. III. Movimento appassionato, Schumann. IV. Fantasía Española (Fandango), Manjón

Este programa fija una personalidad nada común en el mundo guitarrístico: primero, como autor, aunque algunos pretendan encontrar una debilidad en ejecutar y propagar sus propias obras, cosa, para nosotros, justa y humana; segundo, como intérprete, ya que en el programa, a Beethoven y Schumann, Manjón, pone el sello de su buen gusto y vasto conocimiento; lo mismo que en Andante-Scherzo, Tema y Variaciones, Minueto, de que se compone el primer número de la Sonata de Sor del programa arriba anotado, que obliga al ejecutante a una compenetración exacta. En el mismo año citado de 1889, decía el "Diario de Avisos" de Zaragoza, donde Manjón ofreció cuatro conciertos: Hay que ver de cerca a Manjón, despues de haberle oído tocar la guitarra; hay que escuchar su voz llena, divinamente entonada, traduciendo nob1ezas y bondades; hay que admirar las líneas admirablemente correctas de su rostro y las. arrogancias de su cabeza, poblada de hermosa y larga cabellera; y como aun dura la impresión de la música y aun el alma guarda efectos de cadencias maravillosas y como la figura dispone a abstracciones y recuerdos, a la mente se vienen memorias de ciegos ilustres y cree uno imaginarse mejor a Homero recitando a las puestas de Chio versos de su "!liada" inmortal, y se comprende mejor a Mílton dictando a su mujer y a sus hijas las páginas sublimes del .. Paraíso Perdido".

La desgracia robó la luz a Gimé­ nez Manjón, y Giménez Manjón se enamoró de la armonía. Cuando las claridades caían como manto de tinieblas sobre sus pupilas insensibles, su alma se embriagaba en arrobamientos de sonoridades y cadencias. Y en esta noche eterna de los sentidos, Manjón vive para la mú­sica, ·vive para su amor y su amor es su guitarra. ¡ Su guitarra, que tiene once cuerdas, y en cada cuerda, voces y entonaciones de mil ángeles;. su guitarra, que es templo de sentimientos, arcano de grandiosidades, que hieren y deleitan y conmueven el corazón al escaparse en suspiros por aquellos hilos que parecen guardadores de cantes de sirenas! . . . " Esto es lo que escribió en la capital de Aragón el escritor Mantestruc, cautivado en realidad por estehermoso ciego que a los 23 años escasos de edad, poseía tan bellos adornos de saber. El Sr. Tomás Prat, padre del autoror del presente Diccionario, a menudo recordaba el sublime efecto producido por una audición, realizaba por A. Giménez Manjón en el Teatro "El Dorado", de Barcelona, hoy desaparecido. Un diario de aquella localidad correspondiente al viernes 18-XII-1889, decía al respecto sobre dicho acto: " .. . Las obras más inspiradas de los autores clásicos encuentran en Manjón un intérprete concienzudo, que ejecuta en la guitarra, con admirable propiedad, sus notas dulces, patéticas, conmovedoras y sus pasajes enérgicos, brillantes y deslumbradores . . . " Sigue más adelante, recordándolo adolescente: . . . . . A los 14 años abandonó Giménez Manjón nuestra patria, dirigiéndose a París, solo, sin amigos, sin familia, sin conocer el idioma francés y sin poseer otro capital que quince pesetas y un corazón repleto de fé y ansioso de gloria . . . ". Impuesto su nombre en París y Londres, dice el cronista nueve años después de aquella partida, estas hermosas palabras: " . . . Manjón posee una ilustración vasta y sólida. Conoce, no sólo a los clásieos de la música, sino también a los de la literatura. Conoce las más sublimes concepciones del teatro francés ,inglés y español, y habla con exquisita elegancia los idiomas de Voltaire, de Dickens, de Caméiens, de Goethe y del Dante. Siente admiración sin límites por Shakes¡:ieare, por Byron, por Flamarión, por Cervantes, por Espronceda y por Zorrilla, y es el apologista más ferviente de Wagner. Cuando ayer conversábamos con él, nos causaba asombro el respeto que siente hacia las composiciones wagnerianas y nos deleitaba el relato sencillo y claro que hacia de sus luchas, de sus afanes, de sus pesares y de sus alegrías .. . ". Concluye diciendo: "Desde ese momento su fama se consolidó, y con éxito creciente visitó Alemania, Austria, Francia, Inglaterra y Rusia, alternando en las sesiones musicales con los artistas más eminentes".

Esto es lo que nos dicen de Manjón ejecutante. Continúa por el viejo continente hasta el año 1893, que embarcó para América; visita Buenos Aires, pasa a Chile y Centro América, regresando a la capital argentina para radicarse en ella definitivamente. Funda un Conservatorio, el que en cierto período fué subvencionado por el gobierno argentino, y por el que desfilaron casi un ejército de discípulos, entre los cuales se destacaron Margarita Gachiteguy, Rómulo Troncoso, Domingo Machado, Lucíano Ouviñas y otros tantos que el tiempo nubla la memoria. En 1912-13 hace una gira por Europa y actúa en Francia, Italia y España, donde en Abril de 1913 realiza un concierto en el Salón del Conservatorio de Madrid, con un programa bien guitarrístico dejando perfectamente reafirmc1da su justa fama.

Como compositor se le conocen publicadas, originales, quince obras, entre ellas algunas del acervo popular español y argentino. Estas obras populares cimentaron su fama. Citaremos, por ejemplo, su "Célebre Capricho Andaluz". Tiene 3 Estudios Expresivos publicados, y dos cuadernos de . .La Escuela de la Guitarra". Su factura es correcta e instrumental, inspirada a trozos, aunque no revistan un carácter clásico, decayendo muchas veces por la repetición de las frases. La producción de Manjón no entra con firmeza en la literatura de concierto; tampoco pertenece a la bailable; es del género de "salón"' y es !a mejor muestra, su Mazurca Romántica, conocida por "!Recuerdos de mi Patria", impresa repetidas veces. Esta pieza es de una línea melódica, bien agradable e inocente a. la vez, con buena armonía y poco realce. Se ha pretendido comparar la labor de C. García Tolsa ( ver) con a de Manjón. La de Tolsa es rítmica danzante, la de Manjón, aunque chavacana, ro1nántica; teniendo el . notable ciego - sobre aquél, .una cultura superior artístico musical. Sus múltiples conciertos, realizados por el mundo culto y periódicamente durante más de un cuarto de siglo en Buenos Aires, fueron continuas demostraciones de arte y de grandes conocimientos, quequizás, podríamos decir no fueron apreciados por todoslos que lo aplaudían. Falleció en Buenos .Aires el 3 de Enero de 1919

Diccionario de Guitarristas. Domingo Prat (1934)


 

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