Eximio pintor español. Nació en la capital de Córdoba, el 11 de Noviembre de 1880. Desde su mocedad se dedicó al arte de la pintura sin otro maestro que su padre, Romero Vargas, distinguido en el arte de la paleta. Despues de la etapa larga que requiere el estudio del dibujo, toma los pinceles, pinta y fracasa, a la técnica conseguida le faltaba la inspiración. Así pasan unos años de abandono, buscando por otros caminos que surja su ''Musa'' inspiradora. En figura de guitarra, ésta le salió a! paso acompañada del ''cante" la primera, animando a su espíritu; la segunda, exaltándolo. Su primer cuadro es un augurio. de lo ,que ha de ser su obra. hecho sobre , un motivo de ''copla popular andaluza'': guitarra y pena: ''algo que acarícia y algo que desgarra''. Su primer triunfo fué en 1908 en la Exposición Nacional, con el cuadro ''La musa gitana'', en la que se ve, detrás de una garrida moza un gitano que le reza con la guitarra, endechas de amor. Durante horas largas, pasadas en su taller, ''el maestro descansa de la labor diaria, y deja el pincel por la guitarra junto a su hijo Rafael y a unas ''chiquitas'', así nos dice José Montero Alonso en un libro dedicado a Romero de Torres poco despues de su muerte.
Diccionario de Guitarristas. Domingo Prat (1934)
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En esta obra, edición de la ''Compañía Ibero Americana de Publicaciones S. A.", en una fotografía, entre las páginas 28-29, se ve a Romero de Torres tocando la guitarra en uno de esos momentos que nos describe Montero Alonso. En aquellos días que siguieron a su desaparición, la revista ilustrada que se publica en Madrid ''Mundo Gráfico'' insertó una fotografía similar, en la que se lee: ''El popular pintor cordobés, con algunos de sus modelos, tocando la guitarra con la perfección peculiar en el gran artista, durante un descanso de su labor pictórica''. Así como el labriego en su ruda labor se aparta un momento para tomar un bocado y ''juntar'' fuerzas, a Romero de Torres le ocurre lo mismo: pulsa la guitarra y cálidas, arabescas y filigranas tienen el poder de levantar su emotividad.
Pero donde vemos su exaltado amor hácia la guitarra, en hermosa apoteosis de belleza, es en su cuadro de más.empeño, titulado ''La consagración de la copla''. Mujeres de belleza singular, obispos, pecadoras, religiosas, los célebres toreros Lagartijo y Machaquito, Pastora Imperio, y el animador de esta composición genial todos conquien le da aliento, vida y belleza, es la que ocupa el sitio de honor: la guitarra Más bien que ' 'La consagración de la copla' ' es para nosotros ''La consagración de la guitarra en la copla 'Estampa del 3-VI-1930, publica una fotografía en que se ve al maestro tocando la guitarra y se lee lo siguiente: ''El gran pintor, cuando descansaba de sus trabajos, tocaba la guitarra y cantaba aires de su tierra. He aquí la guitarra, abandonada en la m.isma , butaca . donde Romero de Torres comenzó a sentirse enfermo. Como si la guitarra sin.tiera también el dolor de la muerte del maestro, se le han soltado unas cuerdas. Esto lo corrobora en la misma revista el escritor Ezequiel Enderiz: La butaca del enfermo y la guitarra del consuelo''. En un ángulo del estudio hay un gran butacón. Sobre el butacón una manta y sobre la manta .
El pobre Julio nos dice el señor Latorre aquí pasó los primeros días de su enfermedad . No se resignaba a estar enfermo y engañaba su dolencia sentado en este butacón y tapado con esta manta . Pero sobre la manta hay una guitarra, chiquita femenina y flamenca, que todos hemos visto en los retratos de Romero de Torres y que él mismo tocaba con singular destreza. Era esta guitarra su compañera y su amiga. Vamos a tomarla en nµestras manos y nos encontramos con que el bordón y la segunda han saltado. Si es verdad que la guitarra tiene alma de persona, esas cuerdas de la guitarra de Romero de Torres debieron de saltar la madrugada que él moría, allá lejos en su Córdoba . El 23 de Noviémbre de 1931 el presidente de la república española, Niceto Alcalá Zamora y los ministros Marcelino Domingo e Indalecio Prieto rindieron en Córdoba, en misión especial justo homenaje a su memoria, inaugurando el ' 'Museo, Romero, de Torres' '. Falleció en su misma capital el 10 de Mayo de 1930. Descanse en paz y viva en gloria, el gran pintor, amigo de la guitarra.