Profesional desde los doce años, acompañando a destacadas figuras del cante en giras por toda España, después de pertenecer al elenco "Los Chavalillos de España", con el que recorrió América. Seguidamente formó parte de la compañia de Juanito Valderrama. Más tarde estuvo ligado al conjunto de la bailaora Lucero Tena, con quien actuó en el tablao "El Corral de la Morería" de Madrid y en diversos paises. Al pasar a ser solista y director artístico del tablao "Café de Chinitas" madrileño se inicia su proyección como guitarrista de concierto, faceta en la que rápidamente alcanza grandes éxitos en Australia, Nueva Zelanda, África y América, iniciando sus grabaciones discográficas.
En 1969 ofrece un recital en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid y al año siguiente actúa en el Festival Internacional de Guitarra de la Maison de la Cultura de Amiens (Francia), así como en el Queen Elizabeth Hall de Londres, en Centros Artísticos de Tokio, París, Nueva York, en el Teatro Tchaikosky de Moscú y en otras capitales europeas, para culminar su trayectoria con un recital para la BBC inglesa.
En 1971 obtiene el premio Ramón Montoya del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, y la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera le concede el Premio Nacional de Guitarra Flamenca. Otro premio en su haber es el Castillete de Oro del Festival Nacional del Cante de las Minas.
En 1977 fue seleccionado por Televisión Española para participar en el Festival de Música de Bratislava (Checoslovaquia), en competencia con intérpretes de treinta y dos paises, mereciendo la Medalla de Oro, y este mismo año ofrece un recital en el Teatro María Guerrero de Madrid.
Entre otras actuaciones destacadas, sobresalen su concierto en Borgiobellino (Italia), en presencia del Papa Juan Pablo II, en 1982, y su gira por Estados Unidos, en el mismo año, iniciada en el Theatre Terrace del Kennedy Center de Washington, y continuada con otra por las ciudades africanas de Rabat, Casablanca, Fez, Tunez, El Cairo, Amman, Damasco y Beirut, que se prolongó a Atenas y Nápoles, en una temporada coronada por el estreno de su obra "Andaluz Sinfónico" en el Teatro Real de Madrid
Victor Monge oía tocar la guitarra desde que nació, ya que su padre era un buen aficionado y hacía sus pinitos como tocaor. El niño comenzó a estudiar y a tocar el instrumento sin recibir lecciones de nadie.
Tenia doce años cuando empezó a ganar sus primeros dineros con la guitarra. Así mismo tocó a ballets modestos que le fueron sirviendo para aprender a hacer ritmo.
A la edad de quince-dieciseis años fue contratado por Juan Valderrama en cuya compañía coincidió con José María Pardo, que fue discípulo de Niño de Ricardo y que seguía la escuela tocaora de este gran guitarrista. Gracias a este hecho Serranito tuvo la oportunidad de conocer de cerca esa forma de tocar.
El mismo Serranito reconoce que en seis meses sufrió un gran cambio en su toque evolucionando hacia el toque de el Niño Ricardo y ello por la influencia recibida de José María Pardo. Más tarde tuvo la oportunidad de completar su estilo escuchando al propio Niño Ricardo. No obstante, cuando debuta con Valderrama, en el Teatro Calderón, se le plantean las dificultades propias del toque para cantar, que requería otras formas. En ese momento recibió una gran ayuda de José María Pardo.
Comenta Serranito a Ángel Álvarez Caballero: "El propio Juan Valderrama me enseñó muchísimo; cuando iba a hacer voz antes de salir a cantar me llamaba al camerino para que yo estuviera presente cuando hacía voz con la guitarra de José María. Esa fue la evolución y por eso empecé yo a ricardear de alguna manera, y empecé a sentir la necesidad de ser solista, porque es algo que yo llevaba siempre desde el principio. Para nosotros pensar en Ricardo y en Sabicas y en Ramón Montoya, y en toda aquella gente de entonces era pensar en dioses ¡Porque lo eran! "
A una pregunta de Ángel Álvarez Caballero responde Seranito que quien más huella dejó en él fue Ricardo, sin dudarlo, "porque en ese aspecto estaba como muy avanzado, aunque él como guitarrista fallaba mucho porque no estudiaba el toque para hacerlo al público, sino que él se ponía, se sentaba con una guitarra y creaba, entonces yo creo que todavía se huele un poco a Ricardo. Lo que ocurre es que han pasado muchos años."
"Autor de música difícil y compleja". Así define, en forma de título, Ángel Álvarez Caballero, el arte musical de Serranito. Y continúa su referencia del artista: "Pese a que en alguna ocasión Víctor Monge declaró que hay que aprenderlo 'de oido', es una de los guitarristas jondos que compone una música más compleja y cerebral".
Según palabras de Serranito: "quizá se empieza a hacer por ignorancia una música técnicamente difícil porque no has tenido profesores que te lo enseñan a hacer más fácil. Ese es el primer motivo por el cual se puede ser complicado o difícil tocando".
Y en este punto el artista vuelve los ojos a su infancia: "Yo tengo dificultades para aprender cuando soy niño, porque tuve mis maestros, pero retirado de ellos, no tan de cerca; no tengo familia, antecedentes flamencos, por lo tanto no he tenido esa cultura en la infancia; sin embargo, empiezo a tocar desde muy niño, pero con un desconocimiento total... De esa generación, que yo conozco más que las dificultades quien más las tenia era yo".
Pero a la par de esas dificultades con las que se encontraba el joven Serranito algo facilitaba el impulso de su arte y era el ambiente que existía en esa época en su ciudad natal, hecho que expresa vivamente Víctor Monge: "Además soy de Madrid, aunque en aquella época Madrid era la capital del mundo del flamenco, sin dudarlo estaba aquí todo el mundo, tuve esa gran suerte de conocer a casi todos y aprender de ellos, pero siempre un poco de lado...".
No obstante estos difíciles momentos iniciales en su solitario caminar artístico, dan como fruto la creación de lo que Álvarez Caballero denomina "esas formas difíciles que podrian ser ¿porqué no? "... y el propio Serranito cierra la frase: "podria ser por ignorancia, pero al mismo tiempo hace que de alguna manera yo tenga una personalidad diferente, y eso está claro, puedo tocar mejor o puedo tocar peor, pero lo que sí tengo es una personalidad diferente, difícil de seguir precisamente por eso".
Al artista esta forma de vivir sus momentos de creación le han complicado siempre la vida: "Al empezar así yo ahora me complico siempre la vida ¡sigo complicándomela! Por más que he aprendido, sigo complicándome por eso cuando salgo a un escenario estoy muy tenso. ¿Por qué? Porque traigo cosas nuevas y de verdad repetir es difícil y yo lo sé; los propios guitarristas que vienen conmigo, que son más jóvenes evidentemente, me dicen: pero maestro si es que eso no lo puede hacer nadie, eso es imposible... Yo me he acostumbrado y yo me enriquezco así".
Afirma Norberto Torres refiriéndose a "Serranito": "El virtuosismo de su guitarra fue el primero en anunciar los cambios del toque y el paso de lo clásico a lo contemporáneo con el disco "El flamenco en la guitarra de Víctor Monge "Serranito", aparecido en 1966 en Hispavox. A partir de ese momento se consagró a una carrera internacional como solista, con una nutrida discografía y presencia en la mayoria de los festivales internacionales de guitarra".
Y prosigue Norberto Torres analizando el proceso artístico de "Serranito": "Continuador de la escuela clásico-flamenca de Ramón Montoya, con un sabio compromiso entre la guitarra romántica de salón y el toque flamenco, Víctor Moge ha incidido en el avance virtuosístico que hoy caracteriza entre otras cosas a la guitarra flamenca. "Guitarrista para guitarristas", como se le suele llamar entre los iniciados, ha hecho del virtuosismo y del "cada vez más difícil" un reto personal. Para ello tomó contactos con concertistas clásicos, como Narciso Llepes o Andrés Segovia, ampliando las relaciones entre guitarra clásica y flamenca que Montoya/Llovet y Borrul/Tárrega, entre otros, explotaron a finales del siglo XIX y principios del XX".
Atribuye Norberto Torres a ese grado de virtuosismo y la aplicación a la guitarra flamenca de las técnicas de composición de la guitarra clásica del momento, en plena búsqueda de un repertorio contemporáneo, lograron que la guitarra de "Serranito", y a través de ella la guitarra flamenca en general fuera reconocida por varios sectores melómanos que hasta entonces habían sido reticentes con el flamenco.
Para Alain Faucher: "Su mérito y su genio es revelar con tacto los tesoros ocultos y sorprendentes del toque, sin derrumbar las citadelas erigidas por sus antepasados". También señala en el prefacio de un libro de partituras con transcripciones de sus toques que "su estilo, en conclusión, es el de un músico más cerebral que intuitivo; sus composiciones son elaboradas y sabiamente construidas, son la obra de un arquitecto. Ciertos guitarristas inspiran ganas de bailar, otros de cantar, Serranito inspira simplemente ganas de escuchar".
Para Manuel Ríos Ruíz: "Serranito es la guitarra singular del panorama tocaor actual, tanto por su difícil y genuina técnica, como por la solemne sonoridad de sus arpegios y falsetas. Es un barroco del toque flamenco, sin dejar por ello de ser sutil y tierno, que así de complicado y hermoso es su entrañamiento con su arte".
Y José Luis Ortiz Nuevo, por su parte, matiza: "Nota a destacar es la prodigiosa mano izquierda de Serranito. También en este punto es preciso señalar su importancia grande, pues casi siempre nos perdemos en las admiraciones de la mano derecha, sin detenernos a pensar, que es la izquierda la mano fundamental, la que ordena en profundidad el concierto, la que consigue matices y colores guitarrísticos. De cómo sea el pisado de esa mano en las cuerdas, de cómo recorran los dedos el mástil, de cuántas sean las posturas, de todo ello depende la grandeza y el genio de un tocaor. Y es algo evidente la maestria de Víctor Monge en este palo. Su izquierda, siendo sumamente ágil, imaginativa, rápida y limpia, es, sobre todo, fuente de melancólicos y mágicos sonidos, esos que se consiguen en los deslizamientos de la mano sobre el mástil y en el picado de sus cuerdas.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco. - Ed. Cinterco.
El toque flamenco. - Ángel Álvarez Caballero. - Alianza Editorial
Historia de la guitarra flamenca. - Norbrto Torres. -Ed. Almuzara.