El jaleo aparece cada vez más como el antecedente más claro de la soleá y de muchos de sus derivados. Son muy numerosos los jaleos que se cultivaban en Andalucía en el siglo XIX y buena parte de ellos se caracterizan por la versatilidad de su estructura musical para adaptar muy diferentes especies. Los bailes de jaleo fueron protagonistas del ambiente musical de los cafés cantante y de los teatros en donde se ofrecían espectáculos de aroma andaluz, siendo el jaleo de Jerez el que adquirió mayor popularidad. En el flamenco se llama jaleos a una suerte de jotilla o fandango cantada sobre la cadencia andaluza. Caído en desuso una vez cristalizados los estilos afines, los jaleos "resucitaron" gracias principalmente a los gitanos extremeños. Tienen una peculiar rítmica que antiguamente se dio en llamar chuflas, y con las que era frecuente concluir el baile por alegrías (ver alegrías a dúo). Este aire propio de jaleos, donde los tiempos del compás ternario se muestran de forma "machacona", se distancia del de las bulerías, más cercana a la rítmica de la soleá. En algunos romances, concretamente en el estilo que divulgó Antonio Mairena y aquí recogido, se aprecia claramente el aire propio de los jaleos.

Tonalidad
Se basa en la cadencia andaluza, y a veces adopta algunas cadencias tonales. Sus melodías son características.

Compas
Se marcaría como una bulería, pero con un aire más pastueño y cercano a la primitiva rítmica "jotera". Los ejemplos comentados a continuación dejan bien claros estos aspectos.

Estrofa
Las coplas sobre las que se interpretan los jaleos son preferentemente soleares cortas, de tres versos, y casi todas de carácter jocoso o intrascendente.

Claves
Es difícil distinguirlos de las bulerías, pues aparentemente las palmas se hacen igual, sin embargo si en estas el primer tiempo del compás suele ser silencio, en los jaleos se acentúa precisamente ese primer tiempo, que corresponde al primero de un compás de 3x4 o bien de 3x8 dependiendo de la velocidad con la que se haga. Además las melodías del jaleo son características, y adoptan tonalidades reconocibles.

Juan Jiménez Salazar, Juan Cantero (Mérida, Badajoz, 1939), nos ha dejado las mejores muestras de jaleos extremeños que se recuerdan. Aquí le tienen repasando melodías a compás junto a unas guitarras de dulce. En este caso estamos ante una suerte de bulerías de entonaciones extremeñas que ellos llaman jaleos, invocando la maternidad del género buleril, pero será en la versión de guitarra donde apreciaremos más claramente la acentuación más reiterativa del 3x4 propia del estilo.
 

Jaleos inspirados en la creación de Sabicas acompañando a Carmen Amaya, y reelaborados más tarde para la película The Hit. Este número, con el aire de jaleos emparentado con las bulerías, destaca en la utilización del ud árabe. La introducción se escucha también en sus números en vivo para introducir las bulerías. El tema principal de ritmo machacón, heredado del olé decimonónico, forma parte de la música flamenca más clásica y, en esta versión, de la más actual. La acentuación característica del 3x4 se aprecia en los jaleos como en ningún otro estilo de este grupo.

En la práctica diaria del tablao es costumbre intercalar entre número y número unos juguetillos festeros interpretados generalmente por cuadro femenino a capella sobre ritmo de palmas. Pueden ser desde fragmentos de canciones de moda hasta conocidas piezas como esta petenera. Se les conoce por el nombre de jaleos o jaleos de cuadro; nada tienen que ver con el cante anterior y mucho con el hecho de jalear. Breve y esencial muestra de uno de los momentos característicos de la fiesta.