MANUEL FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, guitarrista gitano, muy conocido en el mundo de la historia del arte de la guitarra flamenca con el nombre artístico de EL TITI DE MARCHENA, por nacer en esa localidad de Marchena (Sevilla) en el año de 1891, y murió en su ciudad natal el día 19 de enero de 1953. Se caso con Francisca Vega Arroyo prima de la esposa de Tío Parrilla y de Tía Curra. Era hijo de Manuel Fernández natural de Marchena y de Trinidad Fernández nacida en santa Fe Granada. Primo hermano de los guitarristas Miguel, Chico Melchor y Melchor de Marchena. Primo a su vez del cantaor Juan el Cuacua y sobrino de Manuela Reyes la Jilica de Marchena.
No faltan quienes le apuntan otros apellidos. La verdad quizás no la tengamos con lo expuesto, pero es lo que ha trascendido. De muy joven aprendió a bailar en su tierra natal. Como bailaor más que como guitarrista empezó a ganarse la vida, pero como ello no daba resultado marcho de nuevo a su tierra donde aprendió a tocar la guitarra. De allí otra vez a Sevilla donde alternaba con Carbonerillo y Mazaco en el Siete Puertas. De allí paso al Europa tocándole a Tomas Torre, a María la Moreno, a la Sordita, El Gloria y Vallejo. En una ocasión con este último se vino para actuar en Algeciras. Eso fue a principios de los años veinte.
Conoció a Corruco que era casi un niño y Vallejo le pidió que le acompañara, y se quedo a vivir en esta tierra donde se caso años más tarde, fijando su residencia en la calle San Antonio. En ese domicilio era normal escucharle de tocar todas las mañanas. Pero Vallejo no le perdió la pista a este tocaor, y cada vez que venia a Algeciras le buscaba para que le tocara, tanto en la comarca como cuando iba para Ceuta. También otros muchos artistas se lo rifaron. De ello han quedado algunos pasajes recogidos por Manuel Flores en un artículo del que hacemos referencia a continuación. Cuenta Manuel Flores Narváez en el diario Europa Sur de fecha 3 de diciembre de 1944 que "la mayoría de compañía y artistas que pasaban por, bien hacia el continente, bien a otra tierra española contaban con su presencia. Era uno de esos pocos tocaores completos de los pies a la cabeza.
En sus manos prodigiosas las cuerdas bailaban un son sublime, espirituoso, genial, majestuoso de calidad esmerada y con gran sentido de acompañamiento. Por eso la guitarra de este flamenco era frecuente solicitada por los artistas de la época, por su apoyatura y alivio al cantaor". Pese a esto era un negado para grabar. Con el año monto un kiosco en pescadería que lo llevaba su mujer, mientras él se buscaba la vida en bar del Tuerto Amalia que en el decir de muchos se comía el mejor pescado frito del mundo. Cuenta Manuel Flores que muchas veces se iba a Sevilla y que una vez allí frecuentaba El Charco de la Pava propiedad de Juana y del Chache donde la tocaba a Antonio Jarrito El Sordo, al niño de la Magdalena y a otros muchos.
En el año cuarenta actuó en el Teatro Cervantes de Málaga acompañando a Antonio El Sevillano. El Titi también actuó en los tablaos flamencos de la Línea y Algeciras. Sobre los años treinta acude a la Plaza de Toros de Granada con Juanito Valderrama, Palanca, El Peluso, la pareja Imperio de España y Antonio Moreno, El Niño de la Flores, Rosita de la Peña, El Niño de Arahal, Miguel López (un guitarrista que le llamaban El Santo); Enrique Orozco, El Niño de la Carolina, Pepito Albaicín (Albaicín en el cartel), Román el Granaino y el Titi de Marchena excelente tocaor. Los precios oscilaban entre ocho y cuatro pesetas. No podemos citar con precisión el año porque no se recoge fecha alguna en el cartel. Lo suyo sin embargo era la fiesta íntima.
Paco Vallecillo nos decía que como se enterara de que Antonio Mairena estaba en Algeciras de seguida iba a saludarle y a tomarse con unas copas con él en el bar Plata. Una noche de esas estando Roque Montoya cantando con él, le dijo al Titi "escucha a este cantaor, (por Antonio Mairena) quien entre bromas y cantes le decía, tu no hables, tu no pares de tocar, toca Tío Titi" Tío Evaristo Heredia nos cuenta que a finales de los años cincuenta estaba el en bar La Rosa de la calle Munición junto con Chaleco, Pantalón y Carmen Heredia. El Titi era un guitarrista fenomenal y le tocaba a todo el que aparecía por allí. Además de guitarrista era un formidable bailaor, aunque nunca ejercía como tal. Su baile por bulerías era un encanto de pureza, Paco Vallecillo inserta en su "Gavilla Flamenca" un comentario sobre este artista que estimamos de oportuno reproducir "Cortito, pero exacto, en el toque de acompañamiento, este Titi de Marchena fue para nuestro concepto uno de los aficionados que mejor han bailado por bulerías".
El Titi compartió cartel con los mejores de su época, Ramón Montoya, La Sordita, Carbonerillo, Vallejo, Niño Ricardo, Caracol, Antonio Mairena, Canalejas y muchos más. A Manuel Martin Martín a quien le pedimos parecer sobre este guitarrista nos hace el siguiente inventario artístico "Era el pellizco corto en el acompañamiento, la densidad que oprime, la nota mágica que, cual aldabonazo, permitía que el duende asomara la cabeza, rasgos que, igualmente, supo verter en la exactitud de su baile por bulerías, lo que no era de extrañar que gustara tanto a las mujeres".
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