Guitarrista y compositor español. Nació en Barcelona el 27 de Septiembre de 1823. Estudió todo lo concerniente a música bajo la dirección del P. Fr. Pedro Pascual Farreras, maestro durante mucho tiempo de la escolanía de música del convento de PP. Mercedarios, de la nombrada ciudad, alcanzando una cultura vasta y distinguiéndose como el discípulo predilecto. Sus grandes aptitudes le hicieron sobresalir como pianista, violinista, guitarrista, compositor y director de orquesta; pero su culminación como músico estaba destinada a darsela la guitarra. En calidad de concertista de este instrumento emprendió a los 21 años de edad un viaje artístico por Suiza, Rusia, Alemania, Francia, Iriglaterra e Italia, mereciendo en todas partes aplausos y juicios consagratorios. Llama la atención el que, siendo anterior a Tá­rrega y ésto habla de su cultura y gusto musical, se dedicase con preferencia a la 'interpretación de las obras de Sor y Aguado, no desdeñando las expresiones típicas de las distintas regiones españolas. Decimos ésto, por el absoluto desconocimiento - ¡ imperdonable error! - que el gran Tárrega tenía de la literatura original de la guitarra, en especial de Fernando Sor.

De la virtuosidad guitarrística de Viñas, ya en 1859, Soriano Fuertes nos dice en su "Historia de la música española", refiriéndose a este gran cultor del instrumento, " .. . que hoy día están llamando, con justicia, la atención del público y de los inteligentes, los dos jóvenes profesores D. Julián Arcas y D. José Viñas". En Barcelona, Madrid y otras grandes ciudades hispá­nicas, ofició dentro de las principales academias y centros de música, como director artístico, con la competencia que su vasta cultura supone. Durante varias temporadas que tuvieron una larga duración, actuó de director de orquesta en distintos teatros de Madrid, Zaragoza, Valencia y principalmente en el antiguo Teatro de Santa Cruz, de Barcelona. En la Catedral de la ciudad de los condes brilló durante algunos años, los últimos de su vida, como el mejor tenor solista de capilla. Ejerció el apostolado de la enseñanza con el máximo cariño de un padre, formando notables alumnos en piano, violín, canto, mú­sica en general y especialmente guitarra, ya que fué el preferido entre sus instrumentos. Viñas tiene publicadas, según nuestro conocimiento, 35 obras originales para guitarra. "La Gaceta Musical Barcelonesa", en su número 66, página 4", del 1-VI-1862 -semanario artístico que dirigía Juan Budo -, anuncia para nuestro instrumento: "Viñas, 6 Estudios, 4 reales"; "Viñas, Schotisch, 4 reales"; "Viñas, varias piezas para baile, 12 reales". Estas piezas de baile creemos serán las incluidas entre las 24 Op. que hoy están a la venta. El Schotisch mencionado, dedicado a su amigo Felio Barbara, no figura en los catálogos de las casas de música; pero lo tenemos en nuestro archivo, editado por Budo. Con respecto a los 6 Estudios anunciados, lamentamos no conocerlos ni tener otra noticia de ellos, pues estimamos serán interesantes. El valor de las obras de Viñas se resiente en su factura, por su ampulosa vacuidad, y hasta diríamos falta de base musical para el instrumento, pues se puede ser extenso co­mo Sor en algunas sonatas y Moreno Torraba o Ponce, para citar dos expresiones modernísimas, con la Sonatina y  la Sonata clásica, respectivamente de Torraba y Ponce, pero de gran condimento músico como el acusado en es­tas obras. Para ser más claros, diremos que Viñas com­puso para la guitarra como director de orquesta, olvidan­do cuál era la capacidad del instrumento.

Por ésto, en sus obras de menor extensión, Viñas estuvo indudable­mente más acertado. Su "Reverie" ( Sueño) , dedicado a su aventajado alumno José Villa, por su agrado ha llegado a nuestros días, muy recomendada en la enseñanza de los primeros años. El autor de este Diccionario la adaptó en forma de trémolo, editada por José B. Romero, Buenos Aires. La "Tirolesa", señalada como Op. 39 en sus primeras ediciones, acusa junto a su factura guitarrística, por el uso de portamentos, ligados, equísonos, etc., valores que la destacan como una joya de salón, sin llegar por eso al concierto. Las reuniones celebradas en casa de Viñas fueron famosas y a ellas concurrían Broca, los Arcas, el farmacéutico Canuto Estarriol y otros dilet­antes y amigos que mantuvieron el calor guitarrístico que poco después recibiera en pleno Tárrega. José Viñas falleció en Barcelona, en el año 1888.

Diccionario de Guitarristas. Domingo Prat (1934)